Figura 6: Vista de la Torre
inclinada de Pisa, con 9 niveles y el campanario de 4 campanas que suenan cada hora.
Figura 7: Foto del autor,
posando en la parte más baja del nivel superior de la
Torre, con vista de la ciudad al fondo.
Figura 8: Vista del Duomo
(Catedral) y detrás el Baptisterio de Pisa, desde la torre inclinada
Nótese el valle del Arno en el horizonte.
Luego de esa primera
visita a la Piazza del Duomo, fuimos
a la Stagionni a retirar el equipaje
pesado en consignación para tomar el siguiente tren a Firenze, siguiendo el curso del río Arno, cruzando las poblaciones de Cascina, Pontedera, Empoli, Montelupo, Lastra. El servicio de
trenes es rápido para cubrir los 56 km que separan a estas dos ciudades de la
Toscana. De nuevo debemos dejar el equipaje pesado en la Consigna de la Stagionni de Ferrovia, hasta continuar
el trayecto final a Roma.
Firenze
La ciudad del arte y de
los grandes artistas del Renacimiento de la cultura Occidental y llamada
también la ciudad del hombre. Para optimizar el tiempo, nos dedicamos a visitar
las atracciones como Il Duomo o iglesia
de Santa María del Fiore (Figura 9), el Baptisterio, la Piazza del Duomo, el campanario de 84 m
de altura que no se deja abarcar con mi nueva cámara Olympus OM-10, esta torre
de campanario fue iniciado por Giotto. Las puertas del Duomo son de bronce, las
paredes de mármol blanco, rojo y verde. Dentro del Duomo está la Pietà de
Michelangelo, el mismo que se llevó la idea de la cúpula para el Vaticano. Hay
muchos turistas extranjeros en esta rica ciudad, al contrario que en Pisa. Hay
muchos edificios y obras de arte que admirar.
El Palazzo Vecchio es una edificación alta, amurallada con ladrillos
de arcilla y en el medio una torre más alta con un inmenso reloj a la mitad de
la altura y una especie de castillete en la parte más alta (Figura 10). Ese
palacio está dentro de la Piazza della
Signoria.
Figura 9: Vista de la parte
frontal del Duomo de Firenze, iniciado en 1296
Y continuado por Giotto hasta
1337, año de su muerte, sin terminarla
Figura 10: Vista de la parte
superior del Palazzo Vecchio, empezado en 1299 y
terminado en 1314.
En el interior del
Palazzo Vecchio hay más belleza de la que se ve por fuera, está la fontana del
Primer Patio (Figura 11), la cual fue retocada
por Michelozzo en 1470. Los
otros patios no los pudimos recorrer porque el horario de apertura estaba
agotándose. Luego nos dimos cuenta que
el gran reloj estaba detenido. Esta visita fue muy breve y tuvimos que
seleccionar algunas otras edificaciones y obras de arte, pasamos por el gran mercado del Ponte
Vecchio (Figura 12), nos tomarnos una
foto en la fuente de Neptuno (Figura 13), escultura en mármol blanco del
florentino Ammannati.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivmwvqajwO-hI-kxCYTkPFLhyerZjOaHiTuHhxrPkGyatlaXZXAruofmTQKGkgkPNo96zZa1lM8NMnfgP3K4b0fWnWx3lMpiiRtpi80xE9M3l3nem69nffuC7SwlAoPnQ-AY5vGzLd6mrV/s400/NuevoDocumento+27_2.jpg)
Figura 11: Fuente del
Geniecillo de Verocchio, ubicada en el Primer Patio
Figura 12: Vista General del
Ponte Vecchio (foto de postal), donde se venden piezas de
Arte y artesanía.
Figura 13: Carlos y el autor
posamos delante de la escultura del Dios Neptuno, esperando recuperar
fuerzas para la continuación del viaje a Roma. Y este “señor” de Ammannati no quiso ponerse
ninguna ropa, a pesar de estar en invierno…
Al lado del Palazzo Vecchio está la Galleria degli Uffizi, son dos
edificaciones de dos pisos en donde se encuentran las obras más valiosas del
período del Renacimiento italiano y
europeo, la cual quedó pendiente visitarla en próxima visita. Nos quedó
pendiente ver la puesta de sol sobre el Arno, mientras llegaba el tren con
destino a Roma (Figura 14), y la búsqueda del equipaje pesado que quedaba en la
Consigna de la Estación ferroviaria.
Previamente habíamos
comprado una Guía “Florencia” con Mapa y fotos e ilustraciones [5], de Roberto Bartolini, en spagnolo,
siempre preguntando dove e?, con el
propósito de
usarla en la próxima
visita, así como un Dizionari del turista
Italiano-Spagnolo, de A. Vallardi, para ampliar nuestro vocabulario, el cual
aún conservo. Sabiendo francés, es fácil comprender el idioma italiano.
Figura 14: Puesta del sol en
el atardecer invernal de Firenze sobre el río Arno, viéndose
la silueta del Ponte
Vecchio y la avenida a la derecha.
El próximo tramo del
tren de la FS era de alrededor de 280 km, pasando por la ciudad de Siena y una
cantidad de pueblos como Chianciano, Orvieto, Viterbo, encontrándose más
adelante con el río Tevere (Tíber) y llegando al gran anillo vial de Roma, tres
horas después de la partida, llegando alrededor de las 8:30 de la noche.
Roma
Ciudad Imperial por
mucho tiempo, capital del Catolicismo, sede del Estado del Vaticano y capital
de Italia, fundada antes de la era cristiana, famosa por los helados en Piazza
Navona, los mejores que se conocen, las trattorías con las pastas variadas y
exquisitas de la zona gastronómica del barrio Trastévere y por los ragazzi que acostumbran pellizcar los
glúteos de las ragazzi y por la
pasión por el fútbol de los romanos.
Fuimos recibidos en la
estación Termine por Mario, el amigo de Carlos en su pequeño Fiat, quien nos
llevó a su apartamento en un barrio no lejano de la Estación del FS. En esa
época ni remotamente existía la facilidad de la telefonía celular o móvil ni el
correo electrónico ni la internet: eran el correo postal y el teléfono púbico
los medios de comunicación más usados. Mario, su esposa y sus hijos eran
inmigrantes argentinos en exilio desde los años 1970 cuando gobernaban en su
país los militares encabezados por Videla. Nos acomodamos por fin a descansar del
viaje de casi 900 km desde Grenoble desde el día anterior.
El viernes 9 el plan
era visitar la zona del Foro Romano, monumentos de la Roma imperial y de la
posguerra. El sábado 10 se iba a dedicar a El Vaticano y el domingo 11 a ver el
fútbol italiano, con Falcao jugando con la Roma. Las comidas de almuerzo y cena
las íbamos a hacer en la calle y solo los desayunos (colazione) lo hacíamos en
el apartamento de Mario y su esposa. Una primera impresión de Roma es que el
tránsito es similar al de Caracas, con embotellamientos en varios sitios. El
transporte público utilizado fue más el autobús que el Metro, siempre con el
mapa de la ciudad que entrega l’ufficio de Turismo en l’Stagionni Termini en
Roma.
El Coliseo Romano es
uno de los más grandes monumentos de Roma, se encuentra dentro de la zona
llamada el Foro Romano (Figura 15). En el interior quedan los restos de
tribunas que podía albergar hasta cincuenta mil personas para presenciar
la matanza de los pocos cristianos que había en los primeros años de esta era.
Donde estaba antes el ruedo o arena fue construido en la edad media un refugio,
después que un terremoto en el año 810 D.C. destruyó el anfiteatro. Parte de los
ladrillos caídos fueron reutilizados para levantar el Vaticano. Un Papa declaró
este sitio sagrado, erigiendo una cruz en la tribuna (Figura 16).
Figura 15: Vista general del
Coliseo de Roma (ruinas), en donde el circo contra
Los cristianos era el espectáculo.
Figura 16: Vista de las
tribunas del Coliseo Romano, obsérvese la cruz en la primera
fila al extremo izquierdo (círculo amarillo).
Cerca del Foro Romano se encuentran unas columnas aún en pie. Allí se
encuentran una catacumba o calabozo
donde según dicen, estuvo encerrado Pietro (Pedro), uno de los doce apóstoles
cristianos (Figura 17). Siguiendo la visita a los monumentos de diversas
épocas, hay uno gigantesco en honor a Víctor Enmanuel y que parece una máquina
de escribir vieja (Figura 18).
Figura 17: Restos de columnas
en pie del Foro Romano donde se encuentran
las catacumbas.
Figura 18: Vista del monumento de Víctor Enmanuel y tránsito automotor en Roma
smilar al de Caracas.
El
que no se debe dejar de ver es la Fontana
di Trevi, donde los turistas echan
monedas al fondo del estanque, para tener suerte (Figura 19). Y para comer un
helado romano, en la Piazza Navona hay una heladería famosa que es muy
concurrida y de calidad, aunque estábamos en invierno no quisimos desaprovechar
la oportunidad (Figura 20).
Fiigura
19:
Carta postal de la Fontana di Trevi, lugar tradicional de turistas de la
Roma moderna.
Figura
20:
Carta postal de la Piazza Navona, centro de las heladerías romanas
más reconocidas.
Por la noche el centro de las trattorías romanas es el
barrio Trastevere, del otro lado del río Tíber, y fuimos a probar con unas
amigas venezolanas de la buena vianda y del vino.
El día siguiente el programa era ir al Vaticano desde
la mañana, previo cuce del río Tevere por el puente Umberto, con la intención
de visitar la Iglesia y la Caplla Sixtina, viendo desde lejos la monumental
Basílica de San Pietro (Figura 21), al igual que la Piazza de San Pietro, allí
caben decenas de miles de personas (Figura 22). La sorpresa fue que ese fue el
único sábado del mes que estaba cerrada la Capilla (la próxima vez será), por
lo que nos dedicamos a conocer los sótanos y recorrer los mausoleos donde están
enterrados los Papas fallecidos. Todos los días llegan gentes de todas partes.
Figura 21: La Basílica de San
Pietro de lejos luce moumental.
Figura 22: Piazza de San
Pietro y Basílica comienzan a recibir visitantes y peregrinos desde la mattina
Por
la tarde del Sábado 10 el volumen de gente va creciendo, hasta hacerse
multitud. Van desde peregrinos, congregaciones católicas y cristianas, hasta
turistas como nosotros. El Papa Juan Pablo II (Giovanni II) se dirige
normalmente desde la ventana de su residencia ubicada, en la planta alta a la
derecha de la fachada principal de la Basílica y raramente va a la Piazza, por
razones de seguridad (Figura 23). Ese día casualmente venían peregrinos por el
día de Lourdes y el Papa salió en procesión por el interior de la Basílica,
después del desfile en orden jerárquico de monaguillos, curas, obispos,
arzobispos, cardenales, apareció el Papa saludando a la multitud, a solo cuatro
metros de distancia.
Figura 23: Anexo de la
Basílica de San Pietro, donde se encuentra la residencia del Papa Juan
Pablo II, en la parte superior derecha desde una de las ventanas, se
dirige a los feligreses en
homilía o misa ordinaria.
El
día Domingo 11 fuimos con Mario, el amigo de Carlos y sus hijos menores al
partido de la Roma A.S., en el cual jugaba Falcao, contra el Internationale de
Milán, el jugador brasileño más cotizado como centrocampista en esos años.
Luego del partido de fútbol, fuimos a buscar el equipaje pesado, para ir a la
Stagionni Termine para tomar el tren Transalpino con dirección a París, para
quedarme en Chambéry, Francia y continuar finalmente hasta Grenoble el lunes
siguiente. Me quedaban 900 km de recorrido.
Carlos,
mientras tanto, seguía con las amigas venezolanas hacia Venezia donde quedaban
dos días del famoso carnaval.
Mejores
Prácticas y Lecciones Aprendidas
Luego
de esta experiencia de hace 32 años, cuando era estudiante, soltero y sin
compromiso, excepto el de la carrera profesional y con el organismo
gubernamental nacional para el cual fui seleccionado, tengo las siguientes mejores
prácticas y lecciones del viaje corto a compartir en la actualidad, como conclusión:
1. El asueto por festivos religiosos o
nacionales es una oportunidad para conocer otros horizontes aunque sean dentro
del estado, municipio, país, usando los medios de transporte disponibles que
estén a nuestro alcance y en compañía durante el viaje. En un país extranjero eso
es importante y en nuestro país es esencial para protegernos ante la inseguridad
latente.
2. La estadía en este caso fue entre el
tren nocturno y la vivienda del amigo del compañero Carlos. Actualmente esa es
una práctica que se sigue haciendo en nuestro país, con nuestros familiares
directos o con amigos. La opción de hostales y campamentos de juventud está
poco desarrollada, pero existen posadas turísticas certificadas en las regiones
de montaña, de selva y de costa en el País.
3. Aquí hay que procurar viajar de día,
en lugar de hacerlo de noche, por la inseguridad ciudadana que se está viviendo
en terminales de pasajeros y en la carretera. Antes viajábamos de noche en
buses de Expresos a Caracas, hacíamos la diligencia y nos regresábamos la
siguiente noche, para economizar. Pero para viajes de turismo hay que hacer un
plan de estadía y movilidad, no se puede improvisar y perder el tiempo y dinero.
4. El viaje a la región Norte y Central
de Italia no fue hecho de improviso, pero bastó sacar la visa de turismo en la
ciudad de Grenoble, con menos de una semana de anticipación, para la entrada
legal a la república italiana.
5. El objetivo del viaje se cumplió, al
conocer el Vaticano y Roma, aunque la visita a Firenze no puede ser en menos de
tres días, por la inmensa cantidad de sitios a conocer, pues es una
ciudad-museo. Pisa si era posible conocerla en un día. Roma también requiere al
menos cuatro días conocerla en lo fundamental cultural-gastronómico-folklórico-naturaleza.
6. Recorrer alrededor de 1.800 km entre
el viaje de ida y vuelta en 4-5 días de estadía en dos regiones distintas en nuestra
amplia geografía requiere de transporte aéreo combinado con servicio de taxi o autobús
extra-urbano, hasta que exista una red ferroviaria de larga distancia o varias
flotas de autobuses con terminales de pasajeros equipados con servicios al pasajero
incluyendo salas de descanso, como los terminales de buses privados en Europa.
7. Las facilidades existentes en Venezuela
para el turismo interno se deben restablecer, continuando el trabajo que se
estaba haciendo en los años 1990 con los programas de posadas y turismo
comunitario (autogestión).
Referencias:
[1]
Philippe Gloaguen, Michel Duval, “Le Manuel du Routard 1984-85”.
Hachette, Paris, France, 1984
[2] Philippe Gloaguen, Michel Duval, “Le
Guide du Routard Italie-Autriche 1983-84”. Hachette, Paris, France,
1983
[3] MICHELIN, “Carte Routiere et Turistique 721 National
France”. Edición
3, 2005, Paris, France
[4]
MICHELIN, “Carte Routiere 988 Italia”. Michelín Italiana, 1983,
París, France
[5] Roberto
Bartolini, “FLORENCIA, Nueva Guía con Mapa”, Ediciones Becocci,
Florencia, 1977, Italia.
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