Estimados
Amigos y seguidores de Senderos de la Actualidad y de Siempre, siguiendo con el
viaje de vacaciones que cruzó los Alpes franceses e italianos, el mar Adriático
y los territorios de los países que componen la República Socialista Federativa
de Yugoslava hasta llegar a la Macedonia griega, comienza esta Segunda Etapa
del viaje para atravesar las montañas del Norte de Grecia, llegar a Atenas, la
cuna de la civilización occidental y de allí ir hacia las islas Cícladas del
mar Egeo (hijo del Mediterráneo), con una reservación de paquete turístico
pagado desde el mes anterior a través de la OTU. De nuevo, tengo que programar
el viaje para conocer previamente los monasterios alrededor de las montañas
Meteoras y conocer sitios de interés en Atenas. Grecia es un país de mucho
interés turístico y no solo por Zorba El Griego que popularizó Mikis
Theodorakis, sino el actor Anthony Queen. Es un reto desde el punto de vista
lingüístico por ser una lengua madre poco afín con el latín y base de lenguas
latinas como el francés.
De
la parte 1 del viaje por Italia y Yugoslavia se extraen los contrastes entre el
nivel de desarrollo del Norte italiano (Torino, Milano, Venezia, Bologna) y la
pobreza del Sur a las orillas del mar Adriático (Pescara, Foggia, Bari, Lecce) y
en el interior de los países que conforman la república socialista del Mariscal
Tito (la rica Croacia, las pobres Serbija, Montenegro, Kosovo, Macedonia), la
diversidad de los pueblos eslavos no significa una integración sino una
creciente inestabilidad política por los diversos orígenes de los pueblos europeos
y de ascendencia autocrática. La figura de Tito era la que mantenía la paz de
los países de Yugoslavia. Hasta ahora la parte más oriental que he conocido era
Skopje, donde las mezquitas con sus minaretes abundaban por doquier.
Grecia
se escribe en alfabeto autóctono ƩΛΛAƩ o Hellas
en el alfabeto latino, siendo el mes de julio, Ioùλioς y el mes de agosto, Aüγouστoς.
Para poder desenvolverme a partir de
ahora, debo aprender lo básico del alfabeto y vocabulario griegos con la ayuda
de “Le Guide du Routard” [2],
dado a continuación:
Alfabeto
Griego
Mayúscula
|
minúscula
|
Mayúscula
|
minúscula
|
Mayúscula
|
minúscula
|
Mayúscula
|
minúscula
|
A
|
α
|
B
|
β
|
Γ
|
γ
|
Δ
|
δ
|
E
|
ε
|
Z
|
ζ
|
H
|
η
|
Θ
|
θ
|
I
|
ι
|
K
|
κ
|
Λ
|
λ
|
M
|
μ
|
N
|
v
|
Ξ
|
ξ
|
O
|
o
|
Π
|
π
|
P
|
ρ
|
Ʃ
|
ς
|
T
|
σ
|
Υ
|
υ
|
Φ
|
φ
|
X
|
X
|
Ψ
|
ψ
|
Ω
|
ω
|
De
allí pude comprender el equivalente de la “f” latina en griego es φ (phi) pero
no supe cuál era el de la “j” ni menos el de la “q”.
Espaňol
|
Griego
|
Espaňol
|
Griego
|
Buenos
Días
|
Kalimera
|
Buenas
Noches
|
Kalispera
|
Hola!
|
Yassou
|
¿Cómo
está?
|
Ti kanis?
|
Sí
|
Né
|
No
|
Ochi
|
¿Dónde?
|
Pou?
|
¿Cuánto?
|
Poso?
|
Por
favor
|
Parakaló
|
Gracias
|
Efcharisto
|
Hoy
|
Simera
|
Maňana
|
Avrio
|
Estación
|
Stathmos
|
Calle
|
Odos
|
Agua
|
Nero
|
Adiós
|
Cherete
|
No
comprendo el griego
|
Den katalaveno hellinika
|
Jueves 26 de julio
de 1984, 8:00 a.m.:
Luego de cambiar dinero francés por
dracmas, salí de la Estación (Stathmos)
a conocer los alrededores y comprar champú y crema de afeitar. Por la misma
avenida de la estación ferroviaria hay varios
monumentos e iglesias (Figuras 1 y 2). Regresé
para darme un baño, me ofrecieron un cubículo como sanitario, con los dos pies
marcados como un urinario y una manguera y me pareció demasiado incómodo y
decidí utilizar un lavabo para afeitarme y lavarme la cabeza. Después de
ordenar mi maletín de viaje, salí del terminal para almorzar, pero no me había
dado cuenta que no tenía las llaves del maletín. Luego de varias vueltas hice
limar uno de los candados y ahí estaban las llaves, debiendo comprar otro
candado, para finalmente ir a comer.
![]() |
Figura 1: Puerta de Galerio, monumento del Siglo IV en Thessaloniki, figuras en relieve que representan un hecho importante y detrás (der.), la iglesia cristiana ortodoxa La Rotunda |
Figura 2: Torre Blanca,
vestigio de las fortificaciones de esta ciudad marítima en el siglo XV.
Luego salí a conocer el museo arqueológico de Thessaloniki, el cual es
bastante completo. Hay esculturas, joyas, vasijas, cofres (Figura 3) muy
antiguos, desde el 550 A.C. hasta el siglo XVIII. Los restos de Philip I y sus
pertenencias, sacados de la tumba en Vergina, se encuentran allí. El carnet
internacional de la ISIC, expedido por la OTU (Organisation pour le Tourisme
Universitaire) en el Campus de Saint Martin d’Hères (Figura 4,) a lo largo
del viaje me ha servido para acceder a museos y galerías a mitad de precio y en
algunos establecimientos de hospedaje y agencias de turismo.
Figura 3: Fotografía de
boleto del museo Folklórico y Etnológico de Thessaloniki con
muestras de objetos y utensilios antiguos
Figura 4: Foto del carnet de
turismo OTU el cual es fundamental para alojamiento y
Servicios a precios económicos
Seguí caminando por las calles del
centro de Thessaloniki (cercanas al mar) y luego fui a la estación ferroviaria
“Stathmos” a tomar un tren a Larissa (ΛAPIΣA), al Sur de esta ciudad y en la
vía hacia las montaňas de Meteora, según ruta mostrada en Figura 5. El recorrido es de 151 km (menos de 2 horas
de viaje).
Primera Etapa: Thessaloniki-Larissa-Meteoras
En el tren estaba en un
compartimiento con una muchacha griega que hablaba un poco de inglés y de
francés y unas señoras griegas. Aprendí unas cuantas palabras en griego, las
señoras al lado estaban gozando un puyero. Además la muchacha me ayudó a hacer
el programa de visita a las Meteoras al día siguiente. En el primer día de
visita en Grecia, he notado que la gente es muy amable y simpática. El tren
tuvo un retraso de 40 minutos, llegué a casi las 10 de la noche. Conseguí un
hotel al frente de la Stahmos, pues
estaba muy cansado como para seguir buscando. La cocina griega es simple y
sabrosa. Hay una carne combinada que se llama moulaki. El calor de esta ciudad es sofocante, pero el dueño del
hotel me aseguró que iba a dormir bien.
Figura 5: Ruta ferroviaria y
carretera desde Thessaloniki hacia Larissa (Thessalia), pasando por Katerini. A pesar del tamaño del mapa, Grecia es un país pequeño, comparado con la república federativa de Yugoslavia
Viernes 27 de julio
de 1984: Por la
mañana salí temprano a guardar el equipaje en la Stathmos (Στaθμóς), luego fui a una estación de combustible donde
hay una parada o terminal de autobús hacia Trikala
(TPIKAΛA), ahí tomé el desayuno: una pequeña taza de kakao, pues no había ni
leche ni chocolate y el kaφe (café) me cae mal. En Grecia es típica la bebida
de café con agua fría, servida en vaso normal. El autobús tarda un poco más de
una hora (son 63 km) y deja y recoge pasajeros en la vía.
En Trikala tomé otro
autobús haca Kalambaka (KAΛAMΠAKA)
la cual está a solo 22 km y desde allí se puede llegar a las Meteoras y
monasterios (Figura 6). Almorcé allí en el restarurant “METEΩPA”, donde la
señora que me atendió sabía un poquito de español. La comida estuvo buena y
barata. Aquí en Grecia la cerveza es
servida en botella de medio litro, al igual que en Yugoslavia. Desde acá se
pueden ver las montañas de Meteora, me recuerdan los tepuyes del parque
nacional Canaima en el Estado Bolívar. Parecen un paisaje lunar o de otro
planeta (Figuras 7 y 8). A la 1 pm llegó
el autobús con rumbo a las Meteoras, donde hay ocho (8) monasterios cristianos
ortodoxos griegos.
Figura 6: Ruta de carretera y transporte en autobús hacia Trikala y Kalambaka
Figura 7: Foto de postal de
las montañas de Meteora en Otoño que se consigue en ventas de objetos de recuerdos en Kalambaka
Figura 8: Vista de monasterio
en el tope de la montaña, lo que muestra la Intención de aislamiento del mundo Exterior de los religiosos griegos
Es una belleza impresionante! Única! Entré a uno de los monasterios más
importantes, después de subir innumerables escalinatas y esperar a que lo
abrieran. Es el monasterio conocido como Meteorón o de la Transfiguración
(Figura 9).
Figura 9: Vista del monasterio
Meteorón o de la Transfiguración, en el tope de una de las montañas Meteoras
Salí del monasterio y me fui caminando por la carretera en dirección
Oeste para ver y admirar todas esas formaciones extrañas en detalle. Hice como
5 km aproximadamente, a pie, hasta Kastraki
(KAΣTPAKH), pueblo al pie de Meteora
(Figuras 6 y 10). Luego tomé un autobús ahí directo hasta Trikala y desde aquí hasta Larissa, para proseguir
el viaje hacia Athina. Ver vista típica las Meteoras en invierno (Figura 11).
Figura 10: Foto del autor en
las montañas Meteora y antes de visitar el Meteorón
Figura 11: Foto de postal de
monasterio en Estación de Invierno en las Meteoras
Pensaba viajar esa
noche en tren hacia Athina (Atenas)
para estar temprano en la mañana siguiente, pero me dijeron en la Stathmos
que el tren que pasa a la 0:20 h y que viene de Thessaloniki, viene con muchos pasajeros y además retardados.
Decidí quedarme esa noche en el mismo hotel “Parthenon” de la noche anterior, para tomar el tren de las 06:24 al
día siguiente.
Segunda Etapa: Larissa (ΛAPIΣA)- Athina (AΘHNA)
Sábado 28 de julio de 1984: A pesar de partir de Larissa, el tren hacia Athina venía lleno. Para caminar en los
pasillos fue difícil y había muchos durmiendo en el piso. Afortunadamente
conseguí un puesto en un compartimiento de fumadores. El servicio de trenes
griegos es deficiente, al igual que el yugoslavo, siempre hay retardos y la
reservación de plazas no funciona.
El viaje se hizo largo.
El tren se para en casi todas las estaciones intermedias y los que están
enfrente de mí parecen una chimenea. La ruta del tren se muestra en la Figura
12. El recorrido total hasta Athina
es de 359 km.
Figura 12: Ruta del trayecto
entre Larissa y Athina, pasando por Lamia y acercándose al pueblo de Thiva
Desde las cercanías de Kifissiá, estamos llegando a los alrededores de Athina (Figura 13) , la impresión no es buena, por la gran cantidad de casas y calles
en mal estado.
Figura
13:
Ruta de acceso ferroviario por el Noreste de Athina
hasta llegar al centro de la gran ciudad
Llegamos a la Stathmos
Larissa en el sector de Colone, al
otro lado de la del Peloponeso. Luego de almorzar y pasar por el hotel Aristide
(donde se alojará la delegación de los turistas de Francia desde mañana por la tarde), sobre la
calle Sokratous, fui a la Plaza Sindagma a solicitar la información turística.
Está en Plaka, el centro de Athina, tiene una fuente en la redoma y cafés
alrededor. Una muchacha “routard” me dio el dato de un hostel cerca de la
plaza, para pasar esta noche antes de comenzar el tour de la OTU. En el
Thisseus Inn, calle del mismo nombre, conseguí una habitación con tres camas, que
compartí con José Freitas, un portugués sencillo y con Clyde, un inglés de
Bristol. José me acompañó siempre en Athina, él viene de Francia, donde vive
desde hace 10 años. En este hostel o albergue de juventud había una gran
cantidad de muchachos mochileros “routard” durmiendo en el piso con su tapete y
saco de dormir. Aquí en Athina he visto la mayor cantidad de gente que viaje de
esa forma, algunos parecen damnificados.
Por la noche cayó un aguacero que hizo cambiar todos
los planes de visita. Estuvimos en un restaurant (Bairaktaris) que esta detrás de una iglesia de la plaza Molutraki, según me había recomendado “Le Guide du Routard” y estaba lleno.
Afortunadamente tenía a mano el paraguas para retornar seco al hostel.
Domingo 29 de julio
de 1984: Al
despertarme la lluvia continuaba y no pudimos salir sino a las 10 de la mañana.
Estuvimos en la Plaza Sindagma vendo
el cambio de guardia de los soldados helenos (Figura 14) frente al Parlamento,
mucha gente tomándose fotos con ellos, que no se reían para nada. Luego
visitamos La Puerta de Adriano, el Templo de Zeus, qué monumental. Luego
subimos a la Acrópoli, donde se encuentra el Parthenon (Figuras 15 y 16), no
deja de impresionar por su belleza y calidad de construcción. Dentro del museo
del Parthenon hay restos de esculturas y objetos hallados en las excavaciones y
mientras tomaba una foto a la bandera griega volvió a llover, pero con menor
intensidad. Otros monumentos visitados fueron el teatro de Dionisyos (casi destruido) y
el teatro de
Foto de postal de soldados helenos de la Guardia del Parlamento griego, en el cambio de la guardia de la plaza Sindagma
Figura 15: Foto general del Parthenon en la Acrópolis, con las columnas aun en pie Estructura simbólica de Athina
Figura 16: Vista de detalle de
las columnas y el techo de una de las esquinas del Parthenon, mostrando el esplendor de la construcción
El almuerzo en Plaka consistió
de ensalada griega, zouvlaki, retsina, que es el vino del país, y
patilla al final. La ensalada griega se prepara con tomates, pepinos, cebolla,
aceitunas negras, queso “feta”, pimiento verde y aceite de oliva. Es deliciosa
y sana. En el barrio de Plaka hay restaurantes dondequiera, tiendas de
artesanías y mucha gente.
Las tabernas son los
mejores sitios para comer: buena comida y barata.
Estuvimos en la zona de
los edificios de estilo neo-clásico de la Biblioteca, la Universidad y la
Academia de Athina. Antes de almorzar
me había tomado una foto dentro del Parthenon
(Figuras 17 y 18).
Figura 17: El autor dentro de
la edificación emblema de la Athina clásica (Parthenon)
Figura 18: Con José Freitas, en
la zona de las edificaciones neo-clásicas
Cuando la tarde estaba
cayendo fuimos a Milavitos, que es
una montaña alta desde donde se puede admirar toda la ciudad. Athina es grandísima, es difícil
apreciar sus límites. Allí conocimos una norteamericana de Los Angeles,
California, que parece una niña a pesar de sus 40 años. No sé si se vino sola,
pero se nos unió y anduvimos junto con Joie. Pasamos por el Jardín Nacional, el
cual es hermoso y al mismo tiempo uno de los pocos pulmones de Athina. Es como si se pasara del ambiente
infernal de verano al paraíso vegetal. Dentro de ese parque se encuentra el Zappieon, Salón de Exposiciones.
En la noche cenamos
en Plaka en un pequeño restaurant donde el dueño del sitio nos robó o cobró un
precio más caro que en Venezia por un
pollo. Ya tarde en la noche, me llevé el maletín que tenía en la Stathmos Larissa hasta el Hotel
Aristide, donde debía incorporarme al grupo de la excursión a las islas
Cícladas, del cual yo había pasado a recoger documentos ayer por la tarde.
Tenía que despertarme a las 5 del día siguiente.
Tercera Etapa: Athina (AΘHNA)- Santorini (ΣANTOPINH)
Lunes
30 de julio de 1984: Me
desperté solo, pues el responsable de la recepción del hotel no me llamó. Eran
las 5:30 am y me daba tiempo. Desayuné una comida plástica: pan y galletas,
mermelada y mantequilla, todo metido en bolsas o envases plásticos y una taza
de leche. Conocí al grupo, al principio no me parecieron simpáticos, es normal,
venían dos parejas de casados, tres de compañeras y una de mamá-hijo.
Llegamos
a Pireas a las 7 de la mañana y el
barco que debería salir a las 8 am no estaba en el atracadero. No pudimos salir
sino a las 11:30 am, el barco iba lleno de pasajeros a diferentes islas y la
nuestra era la última (Figura 19). El ticket que yo tenía era de clase puente,
es decir, que iba a llevar más sol que una teja. Iban muchos mochileros
“routard”. El sol estaba fuerte y el cielo despejado. La primera isla que el
barco atracó fue Paros (ΠAPOΣ), a casi
las 7 horas de viaje, estaba aún claro el cielo (Figura 20). Luego venían las
islas de Mikonos, Ios, Naxos, Siros, etc. La distancia hasta Santorini era de
300 km.
Figura 19: Vista de ubicación
de las islas Cícladas del mar Egeo [3]. En la parte Superior, Andros, Kea y Tinos, luego al Centro, Kithnos, Siros y Míkonos y al Sur, Paros, Naxos, Milos, Ios y Santorin
Figura 20: Vista de la isla
Paros desde el puente del barco antes de la puesta de sol. Obsérvese la luminosidad por el color blanco de las fachadas de las edificaciones (viviendas, posadas, iglesias, etc.)
Yo
estaba un tanto resfriado a causa del viento frío que estaba soplando después
que pasamos por Naxos. Tenía hambre,
sueño y frío. Todos los asientos de segunda clase estaban ocupados. El viaje
fue una tortura.
Martes 31 de julio
de 1984: Llegamos a
las 02:30 de la madrugada por fin a Thira
o Santorini, después de casi 16 horas
de navegación. Allí nos esperaba un representante de la agencia IYTS, para
llevarnos a las pensiones correspondientes. El aspecto de Santorini era impresionante a pesar de la oscuridad. Las huellas de
las erupciones volcánicas son todavía latentes (Figuras 21 y 22). El bus
ascendió la ruta hasta llegar a Kamari, diez minutos después. Yo me
quedé en una casa especialmente acondicionada para recibir turistas (Figura 23).
Estaba tan cansado que me acosté enseguida.
A las 11 salí a tomar
el desayuno para luego ir a la agencia de viajes Kamari Tours, que es la que se
ocupa del alojamiento y el viaje hasta Naxos
luego. La casa donde me encuentro es de estilo griego, toda blanca, al lado de
la playa. Kamari (KAMAPI) está situado en el Oriente de Santorini [3], cerca de las ruinas de la antigua Thira. Hay restaurantes, negocios de
turismo, hoteles y pensiones y algunas
casas a la orilla del mar. En la parte posterior hay casas e iglesias. Solo en
la isla hay alrededor de 300 de estas últimas. Desde Kamari se puede divisar
Pyrgos, un pueblo en lo alto del cerro. El grupo se dispersó en diferentes
pensiones. Conocí a dos francesas de París, Valerie y Khaterine. La primera es
médico y la segunda historiadora. En la tarde fuimos a la playa y en la noche
comimos juntos. La playa de Kamari es de arena gris y sobre todo, piedras
curvas negras y grises que molestan cuando se anda descalzo. El agua no es tan
fría como las del mar Adriático.
Figura 21: Vista de la
tonalidad oscura de la arena en playa de Kamari y del color claro de probable
actividad volcánica
Figura 22: Vista del color claro
en terreno donde posiblemente hubo erupciones volcánicas
en el pasado reciente
Figura 23: Foto tarjeta de Pansion Acrogiali en Kamari, lugar de
alojamiento en Santorini
Miércoles el 1ero de
agosto de 1984: Me
enrolé en una excursión hacia diversos puntos de la isla. Los autobuses llenos
de turistas ingleses, norteamericanos, alemanes, también griegos, fueron a Akrotiri,
al Sur este de la isla, donde hay unas excavaciones de la antigua ciudad que
fue cubierta por la explosión volcánica alrededor de 1500 A.C (Figura 24).
Todavía quedan restos de la ciudad sin descubrir. Había varias guías dando
explicaciones en inglés, en alemán y en griego, para los turistas locales.
Lo malo
de las
Los pueblos de esta
isla son bonitos, Pyrgos es el más alto, Thira tiene demasiadas tiendas,
discotecas y restaurantes. Todas las edificaciones son blancas, con formas
cuadradas (Figura 25). Por el recorrido se ve en una de las partes más altas el
volcán y el cráter, todo el conjunto es llamado la caldera, donde, según la
guía, todavía hay fuentes de calor y el agua es caliente en un sector. Es impresionante el paisaje alrededor del
volcán (ver Figuras 21 y 22). La playa de Perissa es bastante larga: casi 8 km
dicen que tiene. La arena es negra y fina. En Thira hay degustación del vino
que se produce en las islas, es regular su calidad.
Figura 24: Visita a
excavaciones de la antigua ciudad de Akrotiri, en
el Suroeste de la isla.
Vasijas de cerámica extraídas
Figura 25: Vista panorámica de
la actual ciudad de Thira, con los rastros del sismo
ocurrido en 1956
Jueves el 2 de agosto de 1984: La segunda excursión fue hacia la antigua
Thira, ciudad fundada después de la erupción volcánica (800 A.C.). El autobús
nos dejó en la cima de una carretera serpenteante al cerro frente a Kamari y de ahí los excursionistas
continuaban todavía subiendo hasta las ruinas de la antigua ciudad de Thira.
Se consiguen tumbas por todos lados, la más interesante es la de Artemidoros
que tiene figuras talladas sobre piedra (Figura 26). Más adelante conseguimos
una piedra tallada con un falo, que pensé que era un “artista reciente”, pero
me explicaron que era un símbolo de varios personajes griegos, como Dionisyos
(Figura 27). Hay un teatro que todavía está visible (Figura 28). Más allá está la caverna de Hércules, el gimnasium, el templo con sólo las
columnas y varias edificaciones como templos, casas, mercados, pistas de baile,
y las calles bastante estrechas.
Figura 26: Vista del león sobre
la tumba de Artemidoros, entre las ruinas de
la Thira Antigua, cerca de allí hay otras tumbas
Figura 27: Piedra tallada con
un falo, símbolode personajes griegos, como Dionisyos
Figura 28: Teatro griego
antiguo cerca de Pyrgos, apenas visible
Por la tarde hay que
disfrutar de la playa de Kamari, con
el agua tibia, poco oleaje y se puede nadar. Hay algunas mujeres desnudas
completamente tomando sol, con los senos descubiertos, y otras se resisten a
quitarse el traje de baño.
Luego en la noche
hicimos una excursión propia a Thira
lado Oeste, donde el aspecto del pueblo es de mercado libre, pero si uno se
mete en los callejones es otra cosa: tabernas, restaurantes, muchas tiendas,
pero la vista del golfo que forma el volcán y las dos islas a esa hora de la
noche es única. Como andaba con las dos amigas francesas, cenamos en un
restaurant con vista al mar. Luego de cenar fuimos al puerto muy debajo de la
ciudad. Al subir los escalones se nota o lejos que queda el pueblo. Este es el
antiguo puerto que
los turistas
acostumbraban subir 566 escalones para llegar a Thira. Luego de la agotadora mini-excursión tomamos el bus a Kamari.
Viernes el 3 de
agosto de 1984: La
tercera excursión organizada fue la más larga. A las 9 de la mañana partieron
dos autobuses y una combi VW donde iba yo. Llegamos al muelle de Athinios, un
pequeño puerto donde nos esperaban dos lanchas grandes, una para los alemanes y
la otra para los griegos y personas de habla inglesa. El primer sitio que visitamos
fueron las rocas volcánicas de una pequeña isla frente a Thira (Figura 29),
cosa que no deja de ser impresionante; en un pozo cerca de esas rocas uno de
los barcos se paró y los que quisieron se zambulleron en el agua de mar
calentada por los efluentes del volcán. Luego
seguimos recorriendo el sector hasta llegar a otra pequeña isla de Therasia,
donde hay una pequeña villa bien arriba llamada Manolas. Me encaramé en
el cerro, después de subir como 200 escalones, para conocer el pueblo de
Manolas, el cual tiene apenas 300 habitantes. Es bonito y solitario a esa hora
del día, se aprecia un mar, luego almorzamos abajo, en el puerto.
Figura 29: Mapa de Isla
Santorini, mostrando los pequeños pueblos e islas alrededor
Continuamos navegando y
nos paramos en OIA (IA), una de las ciudades más importantes de la isla antes
del terremoto de 1956. Se ven los vestigios de esa catástrofe, muchas viviendas
e iglesias han sido reconstruidas. Hay una iglesia bonita con su campanario
múltiple, en ese momento venía un campesino viejo en un burro vendiendo uvas
que se producen en la isla (Figura 30).
El animal más popular de las islas sin duda es el burro, que es el medio
de transporte natural. Bajamos al barco y continuamos frente a Thira e IA que
se llama Nea Kaméni. Es el asiento de los volcanes que se han formado en
el curso del tiempo. Es impresionante
ver todas esas rocas negras, parece un almacén de carbón gigantesco. El guía
explicaba que ese material es explotado comercialmente y exportado hacia varias
partes del mundo. La excursión terminó aproximadamente a las 7 de la tarde.
Figura 30: Paisano griego vendiendo en su burro uvas en el pueblo de IA
Sábado el 4 de agosto de 1984: Este día lo dejé para hacer una
excursión individual a alguno de los pueblos menos visitados por turistas.
Escogí Pyrgos (ΠYPΓOΣ), que está no lejos de Kamari y es el más alto
de la isla. Después de desayunar, tomé el autobús que va a Thira, quedándome
unos metros antes de la carretera a esos pueblos. Me encontré con un paisano
griego que andaba con dos burros, le dije kalimera!,
Pou Pyrgos? me indicó qué ruta debía
tomar y le dije fcharisto!. Seguí a
pie la carretera serpenteante y ascendente, pasando por el pueblo de Exa
Gonia (EΞ ΓONIA) desde donde se
puede apreciar la isla. Hay una iglesia cristiana ortodoxa de estilo bizantino
parecida a la que había visto en Thessaloniki (Figura 31). Las calles en Pyrgos son angostas y tienen callejones
por todos lados y las casas blancas como la nieve. Hay una carretera asfaltada
que va hasta Pyrgos, pero yo tomé un
sendero de mulas que lo seguí después de atravesar una cantidad de callejones y
encrucijadas. El paisaje es bonito, el panorama cada vez más extendido. Llegué
al rato a Pyrgos, ciudad o pueblo
blanco con bastantes iglesias de cúpula azul (Figura 32). Es raro pero no
conseguí ninguna iglesia abierta. Hay muy poca gente en la calle. Desde aquí se
aprecia casi toda la isla de Santorini
(Figura 33). Estando sentado en un banco cerca de una iglesia, se me acercó un
señor para preguntarme si yo era pintor, le dije que solo era viajero.
Figura 31: Vista externa de la
iglesia de Exa Gonia, con su construcción bizantina blanca
Figura 32: Vista general de
Pyrgos, con sus iglesias de abajo hasta arriba [4]
Figura 33: Vista del mar Egeo
desde Pyrgos, en primer plano la cúpula de una iglesia
cristiana ortodoxa griega [4]
Él me habló desde el
primer momento en francés y luego seguimos hablando. La mejor época para
visitar las islas es entre septiembre y octubre según él. Este es un pueblo
encantador, no hay muchos turistas
En la noche fui a Thira, a comprar algunas cosas típcas y
a cenar con las amigas parisinas. Cenamos justo cuando el sol se estaba
poniendo, espectáculo único en esta isla. Teníamos que levantarnos temprano al
día siguiente. A pesar de ser tan “francesas”, la mayoría de las veces anduve
con Katherine y Valérie, en los paseos y comidas diarias. El otro grupo se
acercó a mí cuando uno de ellos, de origen español, me escuchó hablando en
inglés en la agencia de viajes local y luego de saber que yo era sudamericano.
Hay una notable separación entre los franceses según el origen que ya había notado antes de este viaje. Una
vez que se hace la amistad con un francés se estrecha la relación, pero no es
fácil al principio.
Cuarta Etapa: Santorini (ΣANTOPINH) – Naxos (NAΞOΣ)
Domingo el 5 de agosto de 1984: Muy temprano en la mañana teníamos que partir hacia el puerto de Athinios, para tomar la embarcación hacia Naxos (NAΞOΣ). La señora encargada de la Pansion Acrogiali me despertó a las 5 de la mañana y a eso de las 7, estábamos haciendo cola para montarnos en un pequeño barco que tocaba antes, las islas de Ios (IOΣ) y Paros (ΠAPOΣ). El mar estaba tranquilo cuando el barco comenzó a recoger otros pasajeros que venían en lancha desde Thira y desde OIA. Luego comenzaron las oscilaciones suaves al principio y luego eran fuertes, el agua se metía por debajo y por los lados. Yo andaba con una franela y el short y me mojé por completo. Eran frecuentes los golpes de las olas contra el barco. Los que iban en la parte superior se balanceaban bruscamente, más que nosotros. Había gente que comenzaba a sentirse mal. Yo estaba sintiéndome mareado y náuseas, pero me propuse aguantar todos eso embates del mar y me puse a dormir. Para colmo, desde el día anterior me sentía pesado del estómago, tomándome el desayuno poco antes de zarpar la embarcación. Pensé que eso lo iba a dejar en el mar Egeo. Pasamos por IOS (Figura 34) y luego seguimos a Paros y fue cuando sentí más ganas de ir al baño. Aquí nos separamos una parte del grupo. Afortunadamente instalamos una cortina de plástico y nylon y ya no se metía el agua.
Luego de Paros el
tiempo se hizo interminable y lo único que quería era
llegar a tierra
firme. La marea
estaba muy fuerte, en un barco pequeño
es más peligroso. Finalmente llegamos a Naxos (Figura 35), luego de 7 horas de angustia El viaje fue
terrible.
Figura 34: Vista de la isla IOS desde la Embarcación. Tiene cierto parecido
con la isla de Mikonos
Figura 35: Vista de la isla de Naxos desde la embarcación en día nublado con
poco sol en la llegada
Mi primera impresión de
Naxos fue de una isla menos
desarrollada turísticamente: calles
sucias y con huecos, trato menos amable que el de Santorini, restaurantes sucios. La pansion Panorama (ΠANOPAMA) es
pequeña, pero aseada y además cerca del puerto. Llegamos caminando el pequeño
grupo por unas callejuelas ascendentes (Figura 36) desde donde se puede ver la
puerta del templo de Apollon.
Figura 36: Vista de las
callejuelas ascendentes de acceso a la pansion ΠANOPAMA.
A lo lejos a la derecha se ve la Puerta de Apollon
Con el malestar del viaje no me provocaba comer, además me estaba cansando
de la comida griega de las islas, grasosa y el menú limitado El grupo al cual
yo me iba a integrar estaba compuesto por cuatro personas: la pareja de
casados, la hermana del hispano-francés y una parisina con aspecto de enfermera
y poco simpática. En la tarde y la noche la marea seguía fuerte. De noche hay
un ambiente de fiesta en el pueblo, muchos turistas y griegos por las calles y
en los restaurantes instalados cerca del puerto.
Lunes el 6 de agosto
de 1984: Ya
descansado del viaje del día anterior y parcialmente del malestar estomacal, me
parece increíble que en una región marítima de clima cálido haya un menú tan
pesado a base de carne de res y de cerdo, más que de pescado. Las ensaladas son
escasas. La mayoría de los griegos acá son pequeños y barrigones.
En la mañana fuimos el
grupo a una playa cerca del pueblo de Naxos,
tenía arena fina y algunas piedras más allá de un límite. Todavía la marea
estaba fuerte. Pero no es limpia ni el agua ni los alrededores. El agua trae
restos vegetales secos y en la cercanía del balneario hay desde restos de latas
de Coca-Cola, hasta bolsas plásticas
y alguno que otro desecho animal o humano.
Una cantidad de cuerpos
tendidos al sol como un sacrificio ritual se exponían impávidos, ausentes del
mundo exterior. Unos mostraban la segunda capa de la piel: la dermis, pues
habían perdido la epidermis debido a sus excesos. Otras mostraban sus enormes
dimensiones senoidales sin mayor pudor y algunas mostraban cicatrices de
operaciones quirúrgicas o enfermedades de la piel. La arena se metía en todas
partes a causa del viento que soplaba, si se abría la boca, el gusto de granos
pero sin sabor era percibido enseguida.
A la hora del mediodía
fui a almorzar con el grupo hispano-francés en un restaurant griego del pueblo,
donde pedí mousaka, que es una masa
de harina de trigo que envuelve una carne molida con berenjena, la cual estaba
grasosa y me la comí igual. Fuimos de nuevo a la playa, pero esta vez
exploramos en diferentes rincones, hasta
quedarnos en un sitio donde soplaba poco viento, pero en el fondo había muchas
piedras por lo que me quedé leyendo mi libro de Julio Cortázar. Ya entrada la
noche seguimos al pueblo de Naxos,
donde los restaurantes estaban llenos de turistas y comí zouvlaki.
Martes el 7 de
agosto de 1984: El
intercomunicador de mi cuarto sonó antes de las 8 de la mañana para anunciarme
la dueña de la pansion que el mar
estaba tranquilo y que podíamos hacer la excursión programada a las islas Dilos
(ΔIΛOΣ) y Mikonos (MIKONOΣ). Ver ubicación en Figura 19. Aunque eso lo
habíamos programado el Domingo anterior para realizarlo para el Jueves próximo.
Decidí ir este día pues los otros del grupo estaban preparándose para hacerlo.
La embarcación era más
pequeña que la que habíamos utilizado para venir desde Santorini, nos instalamos en la parte superior, al aire libre. Un
poco después de haber salido de puerto de Naxos,
el mar comenzaba a golpear el barco, el cual oscilaba como una hamaca, pero los
efectos eran menores que los del viaje pasado. En dos horas casi estuvimos en
Dilos, que es considerada isla sagrada debido a los monumentos que allí se
encuentran.
El aspecto de la isla es desolador. Está deshabitada. A las 7 de la
noche todos los que se encuentran allí la abandonan. Las ruinas están dispersas
por toda la isla. Los monumentos más importantes son las Leonas (Figuras 37 y
38), hay como cinco, la
Figura 37: Escultura de leonas
en isla de Dilos. Obsérvese en primer plano dos bases vacías, Quedando tres a la intemperie
Figura 38: Detalle de escultura
de león en condiciones de desgaste por
tiempo y agentes contaminantes
Luego de pasar el
tiempo pre-establecido de visita a esta isla sagrada. Salimos al muelle
para hacer la visita a la famosa isla de
Mikonos, el viaje tardó ¾ de hora a
esta isla coqueta y visitada del grupo de las islas Cícladas, muy frecuentada
por personajes de la farándula internacional, sitio del snobismo y vitrina del turismo griego y del Mediterráneo. Vi
jóvenes “punk” que administran restaurantes, homosexuales en algunas partes y
“chicos bien” por todos lados. Es la isla donde he visto menos griegos y más
turistas americanos en cambio.
Pero eso no le quita el
encanto al pueblo de Mikonos, sus
edificaciones inmaculadas y sus molinos en lo alto le dan un atractivo sin
igual (Figuras 39 y 40). La vida aquí es más cara, por supuesto. En vez de
mulas que transporten la gente, aquí hay motonetas con una tolva y dos
asientos. La vida en esta isla es mucho más agitada.
Luego de almorzar en un
restaurant recomendado por “Le Guide du
routard”, donde los cuatro del grupo se fueron pues no les gustó el menú
ofrecido, seguí con una señora y su muchacho, caminamos por las pequeñas calles
de ese pueblo y cuando yo conseguía uno sin turistas a la vista, le hacía un
clic fotográfico. Investigando por señas llegamos finalmente a los molinos que
le han dado tanta fama a esta isla, además de Petrus, el pato emblemático de la isla.
Aquí el blanco es absoluto, los isleños
pintan hasta el piso,
Figura 39: Foto del autor delante
de los famosos molinos de la isla de Mikonos
Figura 40: Vista del urbanismo interno
de Mikonos en su parte alta.
Luminosidad
El viaje de retorno fue
bastante tranquilo, con excepción de algunas mecidas en la mitad del camino,
pero agarré una revista L’Express y
me puse a leer como si nada. Antes de lo que había previsto, llegamos a Naxos, que es fácilmente identificable
por su Puerta de Apollon, que mide
5,5 m de altura, dentro de un templo en honor a Apollo, que no fue terminado.
En la noche salí a comer solo en una venta de souvlaki y el grupo de los cuatro me
consiguió. Salvador, a pesar de sus españoladas no me cae pesado, mucho menos
Evelyn, su esposa, pero Anita y sobretodo Sabine me caen pesadas. Al cenar
fuimos a una boîte a ver unos músicos que tocaban zariki (instrumento típico griego) y guitarra, interpretando
canciones de estilo bouzouki y otras
ya conocidas.
Miércoles el 8 de
agosto de 1984: Como
habíamos planeado el domingo anterior, salimos de excursión hacia Apollona
(AΠOΛΛONA) en un carro alquilado por todos. Pasamos por diversos pueblos. Los
más notables son Filoti
(ΦIΛOTI), Aphiranthos (AΠεIPAνΘOς), Halki
(XAΛKI) y la playa de Apollonas, al
norte de la isla (Figura 41).
Figura 41: Mapa de la Isla de Naxos y sus poblaciones interiores y costeras
Es la mejor playa que he visto, con el agua menos fría que las otras,
una parte de piedras y otra de arena. Los pueblos de Filoti y Aphiranthos están
del lado contrario del pueblo de Naxos y
Halki en la mitad del camino (Figura.
41). Desafortunadamente no pude conocer bien ni Filoti ni Aphiranthos, ya que
la gente con quien andaba no buscaba sino la venta de tejidos típicos, que al
final no la conseguimos (la de grandes mantas y cobijas). Solo conseguimos el
taller de una señora llamada Caterina Bartolo, quien solo trabaja pequeñas
mantas. En este pueblo hay un castillo veneciano. Hay un museo interesante,
pero no entramos. Vimos allí una enorme estatua (kouros) no terminada, de 10 m
de largo, recostada en un terreno inclinado.
El camino de regreso lo
hicimos por la carretera de tierra siempre al borde del mar y al pie de las
montañas. Es casi desértico, pero en
la mitad del
camino se llega
a un valle
extenso que contrasta
con su verdor con los alrededores. No pareciera un paisaje de isla sino
continental.
En Engares (ENΓAPEΣ) comienza de nuevo la carretera asfaltada y el
viaje a Naxos es más rápido. En Naxos decidimos ir hacia la playa de AΓIA ANNA pues nos quedaba
combustible suficiente y era temprano. La carretera es buena hasta llegar a Galanado (ΓAΛANAΔO) donde comienza un
cambio de terreno angosto y fangoso que luego de innumerables curvas nos llevó
hasta esa playa, la cual según la guía es la más bonita de la isla. Había mucha
gente, sobre todo jóvenes acampando en ese lugar. Lo impredecible fue haber
perdido las llaves del vehículo, así que recorrí todo el camino hecho desde la cafetería
de la playa y las conseguí en las escaleras de llegada, descubriendo que mi
short tenía un bolsillo roto.
Jueves el 9 de
agosto de 1984:
Decidí no ir a la playa ni de excursión. En la mañana me dediqué a lavar mi
ropa sucia en el cuarto de la pansion, con
una ponchera prestada. La ventana de la habitación y otras dependencias de la
habitación quedaron “decoradas” por la ropa lavada para su secado. Ya estaba en
la etapa de la economía fotográfica. Me quedaban pocos rollos de película Kodak
y Fuji.
En la tarde salí al puerto a caminar por la barrera de rocas frente al
pueblo y me conseguí con Valérie y Katherine, con quienes compartí en el
tour de la isla de Santorini. Fue una
sorpresa agradable, estaban en la excursión desde Paros por ese día. Estuvimos conversando un buen rato hasta las 5
pm, cuando las acompañé hasta el barco de la excursión. Luego me fui a trepar los callejones del
pueblo de Naxos, pasando por sitios
que no había visto antes, hay casas de estilo veneciano, la mayoría con su
escudo, quizá de las autoridades en ese tiempo. Pero la arquitectura en su
conjunto es griega (Figura 42).
Figura 42: Vista de casa con
escudo en una callejuela en la parte alta de Naxos
El museo estaba cerrado
por reparaciones, en la parte más alta de la ciudad hay una iglesia cristiana católica,
vestigio de la colonización veneciana, que me llamó la atención y seguí caminando,
viendo las casas que tienen su jardín con una multitud de flores de varios
colores. La puerta de Apollon se
puede ver desde varios ángulos.
La segunda sorpresa del
día fue haberme conseguido con Joie,
la gringa loca que conocí en Athina,
en una de las callejuelas de Naxos.
Iba con una amiga holandesa llamada Gery,
que estaban en Santorini. Habían
llegado este día. Estaban alojadas, como una gran parte de los routards, en la azotea de una casa,
durmiendo en el piso. Esa noche cenamos juntos en una terraza frente al mar,
luego nos fuimos a ver unos músicos interpretar el Bouzouki en un café del pueblo, Ellis
KAΦE-BAP. El primer día de andar solo fue el mejor que había pasado en Naxos desde que llegué. El grupo
franco-español anterior definitivamente no marchaba para disfrutar las
vacaciones. Sin embargo, ellos se portaron ese día amables conmigo, luego que
hablé con la dueña de la pansion para
que le sirviera infusión de manzanilla a Salvador, que había amanecido mal del
estómago.
Viernes el 10 de
agosto de 1984: Como
casi todos los días, el cielo estaba claro, el viento soplaba con moderación.
Después del desayuno decidí ir a un cerro que se encuentra detrás del pueblo,
con Olivier, el hijo de la señora, quien se había perdido el día de la llegada
a Santorini. En dicho cerro se
encuentra un monasterio ocupado actualmente por mujeres. Subimos por un sendero
que pasaba por un viñedo. Luego de saltar varias cercas, llegamos a una
carretera de tierra que continuaba hasta el monasterio. A medida que montábamos
la vía, la vista de Naxos era más
completa.
La isla de Paros se puede
apreciar fácilmente. Solo la separan de Naxos,
entre 8-10 km. Como era de esperar, no se pudo entrar al monasterio, pero
pudimos leer que éste fue construido en 1756, al lado se encuentra un pequeño
cementerio donde hay varias tumbas recientes
y una más
Al descender del
monasterio pasamos por un cerro donde se encuentra incrustada una pequeña
iglesia, a la cual se llega remontando unos escalones (Figura 42). Intenté
abrir la puerta y para mi sorpresa estaba abierta. Después de mirar
detenidamente el interior, entramos cuidadosamente. Había un altar con imágenes
de santos de la iglesia cristiana ortodoxa, así como de reliquias dejadas por
gente que al parecer había recibido un milagro. Había también unas velas
prendidas. Lo único construido ha sido la pared del frente y el emblema de la
iglesia, pero el resto pertenece a la montaña. Regresamos luego un poco pasada
la 1:30 de la tarde.
Por la tarde, al
regreso al pueblo hice una nueva incursión en las calles, buscando souvenirs, pero la mayoría de lo que
venden es pacotilla y cosas que se consiguen por todas partes. Luego esperé la
puesta de sol en el puerto (Figura 43) como anticipo nocturno. Por la noche
salí a cenar con Joie, la californiana y Geri, su amiga holandesa. Después de
recorrer varis sitios en busca de calamares, cenamos alrededor de las 11 de la
noche y estuvimos allí hasta pasada la medianoche.
Figura 42: Vista de la entrada
de la iglesia incrustada en la montaña detrás del
pueblo de Naxos, en la parte alta
Figura 43: Puesta de sol en la
última noche en el puerto de Naxos, con embarcaciones
Quinta Etapa: Naxos (NAΞOΣ) – Athina (AΘHNA)
Sábado, el 11 de
agosto de 1984:
Temprano me desperté y salí hacia el puerto para reservar puesto en la fila del
barco que salía a las 9:30. Volví a la pansion,
que se encuentra cerca, desayuné y de nuevo regresé al puerto que comenzaba a
llenarse gente. Subimos al barco llamado ΠAPOΣ, el cual era más cómodo que el que habíamos tomado cuando llegamos a Santorini. Le dí el último vistazo a la
puerta de Apollon (Figura 44). Me conseguí de nuevo unas muchachas españolas
que había visto en la excursión a Dilos
y Mikonos. Luego, en la escala de Paros, me rencontré con Valérie y
Khaterine, las amigas francesas de las excursiones en Santorini. Desde el barco iba directamente a Pireas (ΠIPEAΣ). Esa fue la última asoleada para los “curtidores y
curtidoras de la piel”, yo aproveché de gastar los últimos centilitros de protector solar que me quedaban.
Figura 44: Imagen de carta
postal de la puerta de Apollon, monumento emblema de Naxos
Un poco después de las
5:30 de la tarde estábamos en el puerto más grande de Grecia, Pireas. El viaje estuvo
de lo mejor, el mar estaba tranquilo, no se hizo escalas después de Paros y los retrasos fueron mínimos. Al llegar no
vimos ningún representante de YTIS que nos esperara, por lo que decidimos irnos
en el metro de Athina, que nos dejó a
unos pasos del hotel Aristides, en la plaza Omonia.
Pero en el hotel nos mandaron al hotel Athinion que quedaba a tres cuadras más
adelante, ese es un detalle del turismo acá. Con estas maletas más pesadas,
cada vez es una tortura.
Por la noche fuimos a
ver un espectáculo de danzas folklóricas de toda Grecia, en el anfiteatro Dora Stratou (Figura 45). Estuvo muy
buena la presentación de los grupos y se observa la influencia oriental (turca)
de algunas regiones. En comparación con las danzas yugoslavas que ví en Dubrovnik aquellas me parecieron más
vistosas. La vestimenta de las bailarinas y los bailarines es preciosa. Solo las danzas
del Peloponeso son griegas puras, con sus
bailarinas de falda corta y zapatos puntiagudos, con una bola de lana en la
punta. A la salida del espectáculo había venta de música griega folklórica y de
Plaka (Figura 46). La visita nocturna
de la Acrópolis es impresionante desde donde estábamos. Hay un juego de luces
que destacan su forma. Gracias al carnet estudiantil de la OTU estos
espectáculos me salieron a mitad de precio.
Figura 45: Boleto del
Espectáculo de Danzas & Música Folklórica de Grecia
Figura 46: Cassette de la
música griega popularizada por “Zorba El Griego”
Domingo, el 12 de
agosto de 1984: Último
día en Athina y en Grecia, fui
temprano a la Stathmos Central de Athina a reservar el boleto para seguir
el viaje hacia Austria (Ȍsterreich).
Conseguí cupo para partir en la noche. Al mediodía abandoné el hotel. El grupo
del tour se fue a las 11 al aeropuerto para tomar el avión a Paris en la tarde.
Dejé el maletín en
consigna y me encaminé hacia Plaka,
el sitio famoso por Zorba El Griego, donde compré unos recuerdos, aprovechando unas
dracmas que me quedaban. Casi todas las tiendas están abiertas, menos las
librerías. Estaba buscando libros sobre detalles arquitectónicos de las
viviendas de las islas cícladas, pero en los kioskos no conseguí nada.
Almorcé de nuevo en el
restaurante de la plaza Monasteriki y
recomendado por Le Guide du Routard,
luego recorrí las calles y tiendas buscando libros. En una de las tiendas vi un
muchacho de aspecto indígena del Territorio Amazonas o del Perú, que le explicaba a
unos italianos que
venía de Venezuela. Él vestía collares y pulseras de piedras preciosas. Rafael
se llamaba y andaba con una argentina de nombre Gimena, jovencita también. Él
ya tiene 14 años en Europa, 7 de los cuales ha vivido en Italia, dice ser de
Caracas. Me comenta que ha visto muy pocos venezolanos en esta época (Yo los había visto en Murano, Venezia, en
Italia y en Skopje, Yugoslavia).
Después de cansarme de Plaka, seguí hasta la plaza Syndagma, corazón de Athna, buscando el libro y pude ver el
cambio de guardia de los soldados con su traje helénico, en el Parlamento. Es
una ceremonia similar a la de los soldados del palacio de Buckingham en
Londres.
Sexta Etapa: Athina (AΘHNA)- Thessaloniki (ΘEΣΣAΛONIKH)
Athina
estaba hirviendo del
calor, había que andar por la sombra. Ya en la Stathmos se notaba un poco más fresco, pero al montarnos en el
tren, a las 7 de la noche, parecía un horno. Este tren marcha hacia Dortmund (Alemania), pero una parte se
separa en Zagreb, Serbia, para seguir hacia Vienna.
Yo me equivoqué al montarme y tengo que atravesar todo el tren para tomar el
vagón correspondiente. Hay mucha gente en el piso de los vagones del Hellas Express del tren austriaco, por
lo que decidí hacerlo al día siguiente.
Lunes 13 de agosto
de 1984: Muy
temprano, en la madrugada, pasamos por Thessaloniki
y a las 7 de la mañana estábamos cruzando la frontera de Yugoslavia, hoy
Macedonia. Dejamos Grecia (escudo debajo para coserlo algún día en una chaqueta
o morral), con muchas vivencias y agradecido de las atenciones de su gente y el
compartir con viajeros y turistas. Aquí termina esta segunda parte del viaje de
vacaciones de verano por el Sur de Europa y comienza la tercera parte. El
recorrido acumulado del viaje retornando hasta Athina es de 4.000 km, solo 1.300 km en Grecia, incluyendo más de 600
km en barco.
Mejores Prácticas y Lecciones Aprendidas
Luego
de esta experiencia de hace casi 33 años, como estudiante, soltero y ya formado
como viajero en las anteriores temporadas de invierno y primavera y en este de
verano, he sacado nuevas mejores prácticas y lecciones de este viaje de largo
alcance que ya cubre las dos terceras partes del proyecto de vacaciones de
verano, como conclusión:
1. Como
buenas prácticas estuvo primero, la
preparación con anticipación de los documentos de viaje, como la solicitud de
visa de Hungría (próxima parte) y la programación en el tour OTU a las Islas
Cicladas, incluyendo los traslados en embarcaciones por el mar Egeo desde Athina y entre
las islas, dejando
suficiente tiempo para
el recorrido en tren para atravesar
Grecia desde Salónica (ΘEΣΣAΛONIKH) para conocer la provincia
de Thessalia y las montañas de Meteora
y monasterios en Kalambaka. Segundo, la inclusión dentro del tour de las
visitas turísticas a los sitios de interés en las islas de Santorini y Naxos,
lo cual simplificó la estadía al
asegurar el cupo. Solo hubo libertad en la isla de Naxos a hacer un tour
de un día con vehículo alquilado por un grupo de los participantes del tour.
2..
La
buena práctica de la oficina de turismo para buscar habitación que funcionó en
Italia, solo fue necesaria en Athina
el primer día del arribo antes del inicio del tour OTU. En Tríkala la habitación la conseguí por medio de la Stathmos cerca de la medianoche y en las
islas la agencia de turismo estaba disponible con la información requerida para
las excursiones. Este país era más desarrollado que Yugoslavia en ese aspecto
del turismo y se nota más seguro y en salubridad en las habitaciones lo vi
mejor que en Italia.
3. Lecciones aprendidas hubo varias, la
principal fue la del ineficiente servicio de los
trenes propios y las
estaciones ferroviarias, lo cual es compensado por los trenes
alemanes y
austríacos que utilicé hacia y desde Athina. La desventaja de viajar solo
se disipó al
arribar a Athina, donde con otros viajeros
“routard” me pude acomodar en una
habitación a menor precio en un hostal céntrico y con los grupos en que participé en las islas de Santorini y
Naxos.
4. La comida en general es buena,
económica y saludable, los desayunos sencillos y
los almuerzos con diversidad y
la ensalada griega, con lechuga, pepino, aceitunas
negras, queso es única. Lo
que no me pareció normal es la dieta con altas calorías y grasas por las carnes
de cerdo y de res, en lugar de más pescado en las islas Cícladas. Las cenas se
resuelven fácil con el zouvlaki,
especie de carne con pan
“pita”.
5. Las condiciones de vida en la ciudad
de Athina se notan precarias y hay
desorden y
congestionamiento vehicular por la inmensa población emigrante del
interior, lo cual
me recordó a Caracas. Apenas usé una vez el sistema de
transporte masivo.
6. Del turismo en las islas Cícladas, fue
un acierto la selección de Santorini
y Naxos, la
primera por la naturaleza
volcánica y variedad de atractivos (paisajes, playas de arena
negra, restos
arqueológicos, religiosidad), y la segunda, por sus playas, edificaciones venecianas, menos influencia turística, cercanía a Paros, Dilos y Míkonos y
artesanía local. La isla de Naxos es más accesible que Santorini y más
auténtica que Mikonos, que se ha convertido en gran centro turístico e invadida
por extraños para atender el mercado internacional.
7. Los espectáculos de
música folklórica y popular griega fueron apreciados tanto en Athina como en
Naxos, en ésta última fueron más auténticos
8. Es necesario desarrollar en Venezuela la
recuperación de la infraestructura en los
polos de desarrollo turístico, los
servicios públicos y un programa educativo para atender a los visitantes propios
y de otros países, con una economía productiva e
incluyente, bajo un estado de
derecho y una economía de mercado donde florezca la
iniciativa privada y el
libre emprendimiento, se brinde seguridad ciudadana y se mejore el nivel de
vida de los bajos estratos, con atención especial a las islas de Margarita,
Coche, Los Roques, y los pueblos de la Costa Norte del País. .
Referencias:
[1] Philippe
Gloaguen, Michel Duval, “Le Manuel du Routard 1984-85”.
Hachette, Paris, France, 1984
[2] Philippe Gloaguen, Michel Duval, “Le
Guide du Routard Grece 1984-85”. Hachette, Paris, France, 1984.
[3] MICHELIN, Mapa Grèce / EΛΛAΣ 980, PNEU Michelin, Paris, France,
1983
[4] Christos
Doumas. “SANTORIN Un Guide de L’Ile et de ses Trésors Acheologiques”,
Etdotike Athenon S.A., Athenes, 1982, Grece.
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