Amigos
y Amigas de este sitio virtual, hace más de tres años, en marzo de 2013, se
inició este lugar con el tema de “El
Sendero y el Senderismo”, siendo la significación de sendero la de “un camino más estrecho que la vereda,
formado por el paso de personas y animales” [1]. Ampliamos la definición a los
tiempos actuales de “una ruta, señalizada
o no, que pasa generalmente por las sendas
y caminos rurales,
para practicar el senderismo”,
haciendo referencia a España, donde
existen senderos de pequeño recorrido (PR),entre 10 y 50 km, senderos
de gran recorrido (GR), de más de 50 km, senderos locales, de menos de 10 km y senderos
urbanos, circunscritos a un ámbito urbano [2].
En
general las ciudades de montaña permiten a las personas que las habitan y a los
visitantes disfrutar esa experiencia del senderismo. De acuerdo al recorrido
que se seleccione, esto puede ser una o varias jornadas duras, exigentes para
el corazón y las piernas. Pero también, disfrutar del aire puro, vivir la naturaleza, regocijarse con los
paisajes y sentir esa emoción indescriptible de coronar la loma y premiar el
cuerpo con una descarga profunda de oxigenación. Es derrotar el sedentarismo y
la pereza que a veces nos dominan los domingos. Quienes amamos caminar por las
montañas los fines de semana, estamos convencidos de que no hay mejor plan que
dejar los apegos a la ciudad y la comodidad, al menos por unas horas y
arriesgarse al pantano, al frío, al calor, al esfuerzo. Al final, el premio es
ser campeón de la montaña, así no nos pongan la malla rosa [3].
Para
practicar el senderismo o la caminata de montaña, es necesario tener buenas
condiciones físicas y estar vestido adecuadamente. Al principio se aconsejaba
ir vestido de pantalones de lona de algodón “bluejeans”, pero hoy día se
aconseja ropa liviana, de polyester, conveniente cuando hay lluvia. Sin
embargo, a medida que se empina el camino agreste de tierra, hay que protegerse
de las bajas temperaturas. Ya en el bosque de niebla, es necesario evitar la
hipotermia. Los expertos caminadores recomiendan el uso de zapatos fuertes que
protejan los tobillos y sean cómodos, el uso de bastones es práctico en
terrenos inestables, los cuales sirven de apoyo, evitan el cansancio extremo y
hasta pueden ahuyentar un perro incómodo en el trayecto. Caminar es una forma
de meditación para calmar la mente y encontrar el sosiego. Si se hace
consciencia de cada paso y se está muy atento al entorno, es una forma de encontrar
quietud y serenidad [3].
La
experiencia propia como habitante de la ciudad de Mérida, desde pequeño, a los
6-7 años de edad, he estado acostumbrado a los paseos que hacía con mis padres
y hermanas a visitar familiares maternos
en la aldea de San Jacinto, al pie de la Sierra Nevada de Mérida, bajando la
meseta y cruzando el río Chama, para luego ascender por un sendero llamado el
callejón hasta llegar a una zona a casi la misma altura de la ciudad, luego
convertido en Parque Nacional Sierra Nevada y eventualmente iba también a la
zona de El Valle de San Javier, que es el inicio de la Serranía de La Culata.
La construcción del teleférico de Mérida en los años 1950 con afluencia de
numerosos trabajadores europeos hizo crecer el interés por los deportes de
invierno y el montañismo, a tal punto que en 1956 se celebró en el pico Espejo el
Primer Campeonato de Esquí Venezolano
(Ver Foto 1), aparte del andinismo, iniciando la existencia del Club Andino
Venezolano, para incentivar la creciente afición a esa disciplina.
A
pasos de la esquina Norte de la Plaza Bolívar por la avenida 3, había una
tienda que era de suministro de los implementos para la práctica del andinismo
y el esquí sobre nieve y la pesca de truchas y al mismo tiempo de venta de
cartas postales y revelado fotográfico (Foto 2) llamada “La Casa del Turista”, negocio establecido en Mérida a finales de
los años 1950 y cerrado al público en
los años 1980-1990.
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Fig.
1: Competidor de esquí en plena acción Campeonato
de Esquí sobre nieve en 1956
en el Pico Espejo. |
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Fig. 2: Foto típica en exhibición en tienda La Casa del Turista de andinistas en el Glacial de Los Timoncitos (1960) |
Uno
de los productos vendidos en ese establecimiento comercial era el Mapa Alpinistico y Turístico de los Andes
Centrales de Venezuela [4],
que es una compilación e ilustración hecha por F. Anzil y A. Moreno, que, de un
lado incluía el Mapa Turístico general entre el caserío de Las González y el
pueblo de Timotes vía carretera Trasandina (Troncal 7) y hacia Pueblo Llano vía
carretera local 1 Apartaderos (Mérida)-Barinas, entre la Cordillera del Norte y
las Sierras Nevada de Mérida y de Santo Domingo, indicando caminos carreteros
para Jeep y caminos de recuas y del otro lado, del Parque Nacional Sierra
Nevada y las diversas rutas para coronar las cumbres: Pico Bolívar
(Weiss, Vinci, Bourgoin), del Pico La Corona (Club Andino Venezolano) y
del Pico Abanico (Band-Nott), con notas explicativas de las rutas y
senderos desde estaciones del Teleférico de Mérida (La Aguada, Loma Redonda,
Pico Espejo) y desde poblaciones sobre la carretera Trasandina hasta la base de
las altas montañas.
A raíz de la
operación continua del Teleférico de Mérida “el más alto y más largo del mundo”
dentro del Parque Nacional Sierra Nevada por alrededor de casi cinco décadas
(desde 1960 hasta 2008), se crearon las condiciones para el excursionismo y
senderismo al lado del turismo, formalizando el equipamiento de los refugios en
lagunas naturales por el Instituto Nacional de Parques “Inparques”, para resguardo de los deportistas, pescadores y
exploradores de la naturaleza. Lo mismo se debió haber estaba haciendo quizá en
los parques nacionales del Ávila-hoy Guarairarepano (Distrito Capital-Vargas), el
de Guatopo (Miranda-Guárico), el de San Esteban (Carabobo), el de San Luis (Falcón)
y el Henri Pittier (Aragua-Carabobo), que ponen en contacto la zona montañosa
con el mar.
El
cierre temporal del Teleférico de Mérida en 2008 no impidió que se siguiera
desarrollando el senderismo y montañismo en el Parque Nacional Sierra Nevada,
hay relatos de travesías en esta cordillera hacia Barinas y desde la Cordillera
del Norte hacia Gibraltar, al Sur del Lago de Maracaibo, desde el Collado del
Cóndor o “Pico del Águila” y hasta las tierras bajas de Torondoy y Caja Seca [2]. Recientemente fue puesto en
operación el nuevo equipamiento e infraestructura del teleférico Mukumbarí con
mayor capacidad de transporte.
Si
desde el siglo XIX existían varios caminos de recuas de sabana o de costa para
el incipiente transporte de tracción de sangre y un senderismo natural como la
única opción en los trayectos cortos al lado de los caminos reales, la
integración nacional por las redes de carreteras construidas en épocas de
urbanización del país despertó en los ciudadanos la necesidad de conocer su
propio país y de explorar nuevos territorios desconocidos.
Movimiento del
Senderismo en la Región Andina Venezolana
En
la actualidad el senderismo está bastante desarrollado en Europa, América del
Norte y países andinos como Argentina y Chile, sin embargo, en los Andes
Venezolanos ha habido un movimiento del senderismo desde el siglo XIX, con
afluencia importante de exploradores y naturalistas europeos y norteamericanos,
sobre las sendas abiertas por la población indígena autóctona que la comunicaba
con los pueblos amerindios del Sur, estando organizados a través del Club
Andino Venezolano en la primera mitad del siglo XX y en la actualidad a través
de centros de excursionismo y bajo el control del Instituto Nacional de Parques
(Inparques) y el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables
(hoy de Eco-socialismo).Desde los años 1970 ha habido un crecimiento del
senderismo en general y en particular del turismo de aventura en parques
naturales nacionales, en zonas montañosas, asociado al incremento de la
población estudiantil en edades entre 20-30 años, mejoramiento de rutas de
acceso, mayor variedad de implementos para la observación, la pesca y la
estadía o acampamiento nocturno en tiendas de campaña o refugios públicos y
privados.
Desde la ciudad de Mérida existen varios
senderos, siendo uno de los más llamativos y frecuentados el de La Culata,
partiendo desde El Valle de San Javier, a través de la carretera que los
enlaza, siguiendo el antiguo camino real en vía a Mucurubá y Mucuchíes, según
croquis y parte de mapa de Los Andes Centrales mostrados más adelante. Ese
largo recorrido de difícil ejecución toma alrededor de 2 a 3 días por tener que
llegar a la Cordillera del Norte, a las faldas del Pico Pan de Azúcar, aunque
son sólo 11,5 km desde La Culata.
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Fig. 3: Ruta Mérida- El Valle- La Culata- Pan de Azúcar, con senderos hacia el Cerro La Torre, Páramo Los Quinteros al Occidente y vía real hacia La Toma y Mucuchíes al Norte [4] |
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Fig. 4: Zona de Ubicación del páramo de Los Conejos, con el Pico Pan de Azúcar (izquierda arriba) y poblaciones de Escagüey, Mucuchíes y San Rafael de Mucuchíes en parte inferior. |
Nuevas Rutas de Caminos y
Senderos
Aparte
de las tradicionales rutas cercanas a la ciudad de Mérida hacia el Cerro de Las
Flores y la Cordillera del Norte y hacia la Sierra Nevada de Mérida a través
del teleférico, desde el barrio de Belén, desde El Arenal, desde Tabay y la
Mucuy, existen rutas que eran antiguos caminos reales como la vía desde el
sitio llamado del Collado del Cóndor (antiguo Pico del Águila) hacia el Pueblo
de Piñango y luego hacia las tierras bajas de Torondoy y Gibraltar. Esta ruta
era usada en tiempos coloniales para transportar conservas de harina de trigo
cultivado en los páramos hacia el sur del Lago de Maracaibo a lomo de mula [4].
El
otro sendero es el trayecto Mifafí (cerca de Apartaderos) hacia el pico Piedras
Blancas, el cual es de 15 km y de difícil ejecución [5]. En página siguiente se muestra el ambiente de
páramo con el pico de Piedras Blancas al fondo. El sendero El Hatico (Pueblo
Nuevo del Sur) al pueblo de San José, de 13,6 km y una diferencia de altura de
2.044 msnm a 3.108 msnm (1.064 m), de difícil ejecución, se sitúa en los Andes
Surorientales de Mérida, cerca del municipio Sucre del mismo Estado (ver foto).
Fig. 5: Vista del páramo y el pico Piedras Blancas, desde Mifafí,
municipio Rangel, Mérida [5].
Condiciones actuales
para la práctica del Senderismo
La
práctica del Senderismo tiene cada día más seguidores por no ser un deporte
extremo que represente riesgos a quienes lo practiquen, necesitar pocos
implementos, aparte de unos buenos zapatos y ropa adecuada, sin embargo, no
todas la rutas son seguras debido al crecimiento de las ciudades y sus zonas
periféricas y la falta de vigilancia del Estado es sus accesos, incluyendo los
parques naturales nacionales y los parques recreacionales urbanos o
semi-urbanos. Es necesario que las autoridades municipales controlen los
senderos que no estén asociados a parques nacionales en los límites urbanos de
las ciudades, para las personas que los usan cotidianamente para hacer
ejercicio o que habitan en el área de influencia.
La
otra limitación para la afluencia de personas que practican el senderismo es la
condición de limpieza de los cuerpos de agua naturales y el control de
efluentes industriales, es decir, de la contaminación ambiental debido al uso
inadecuado de los desechos y la presencia de comunidades sin instalaciones de
aguas negras cerca de cañadas y arroyos.
La
referencia deben ser los senderos en países europeos, con un código de
señalización y de ayudas para prevenir el extravío del camino a personas que
van solas, sin un grupo que las acompañe.
Referencias
[2]
Blog eagronet, Rutas desde
Mifafi hasta Gibraltar en Mérida Venezuela, Senderismo por el Estado Mérida, Jun. 2008, http://eagronet0101.blogspot.com/2008_
06 01 _archive.html
[3]
Jesús Erney Torres. Senderismo, estilo
de vida que nutre el alma, Diario El Tiempo, Sección Debes Leer, sábado
7 de marzo de 2015, pág. 25, www.eltiempo.com. Bogotá, Colombia.
[4] F.
Anzil y A. Moreno. Mapa Alpinístico y
Turístico Andes Centrales de Venezuela, La Casa del Turista, Mérida,
Venezuela, ediciones 1960, 1965.
[5] Wiki10c. Rutas
de Senderismo en Venezuela,