Estos tiempos de fin de año, son de celebración, de rencuentro
con familiares, amigos y ex compañeros de estudios y de trabajo y cada
temporada nos trae recuerdos de la infancia y de las vivencias en otras
ciudades y países en donde hemos vivido por razones de trabajo o de paseo
simplemente. En las ciudades y pueblos de los países que conformaron hace casi
200 años La Gran Colombia, la mayoría de ellos ubicados a lo largo de la
Cordillera de Los Andes y sus ramales, también en las costas del Mar Caribe y
del Océano Pacífico, y en las zonas llaneras y de sabanas alrededor de los ríos
Orinoco, Meta y la Amazonia, hay una serie de tradiciones heredadas de la
colonización española, otras autóctonas americanas y unas recientes nórdicas-anglosajonas.
Las tradiciones más asentadas personalmente son las venezolanas y he conocido
de primera mano las andinas colombianas, con algunas referencias conocidas de
las ecuatorianas y las panameñas. A continuación se hace la descripción del
tema. Veamos.
Tradiciones de origen cristiano
latino y nórdico
Desde que éramos niños, de religión
católica, habitantes urbanos en ciudad pequeña, aprendimos la tradición
cristiana latina, de nuestros padres, maestros y vecinos, en la cual conocíamos
el cambio de vegetación silvestre y del clima de las semanas previas al
solsticio de invierno, hacíamos juegos para ganar aguinaldos, escuchábamos
aguinaldos (villancicos criollos), íbamos a la avenida a patinar o a montarnos
en la carreta y a la misa de aguinaldo, al tiempo que participábamos en la
elaboración del pesebre y de las hallacas.
Las piezas del nacimiento eran retocadas por un artesano dedicado en un
pueblo aledaño a la ciudad, con anticipación y el musgo se colocaba al final.
El Niño Jesús era el que proveía los juguetes que esperábamos recibir en la
medianoche previa al día de Navidad. Ese día era mágico al levantarnos e ir a
la sala donde se ubicaba el pesebre. Los magos de Oriente llegaban dos semanas
después del día de la Natividad y solo nos darían cosas pequeñas. No teníamos
muchas expectativas de su visita y se movían las piezas con sus camellos día a
día en el pesebre familiar.
De la tradición anglosajona
conocíamos en esa época un señor vestido de rojo intenso con blanco haciendo de
San Nicolás, que se colocaba en la entrada de los almacenes de ropa y accesorios
del Centro de la ciudad y que tenía una bolsa con caramelos para repartir a los
niños y mayores. En la siguiente temporada era un señor gordo con barba y
bigotes canosos aun llamado San Nicolás, que estaba sentado en un sitio visible
en el interior de la tienda. Luego llegaron los árboles tipo pino canadiense que
los vendían en el supermercado de cadena y las bambalinas y luces con los
cuales de adornaba para colocarlo al lado del pesebre. Esa tradición la
recibimos por la “magia del cine” y
luego por la televisión en ambientes nevados del Norte y sobre un trineo tirado
por perros siberianos o alces. Esa tradición nórdica se fue refinando año a año
y luego se identificaba con Santa Claus
y la Coca-Cola. Nuestros hijos recibieron esa tradición de
las escuelas desde el nivel de pre-escolar y aunque en la casa se les explicó
el significado de la Natividad del Señor, hasta el día de hoy ese es el
recuerdo que llevan con más fuerza, por los adornos navideños en calles y casas
de colores verde-rojo “made in China”.
Tradición Navideña Venezolana [1]
En cualquier rincón venezolano se celebra la llegada del
niño Dios (Jesús) y un sinfín de tradiciones se despliegan en todo el
territorio nacional. Diciembre comienza con alegría y el venezolano disfruta
esta época intensamente, entre música, reuniones, brindis y deliciosos platos
nuestra identidad cultural se expresa con fuerza y la llegada del niño Dios
bendice cada rincón de este hermoso país.
Existen diferentes expresiones culturales, gastronómicas,
musicales y tradicionales que identifican la celebración de la Navidad en
Venezuela, estas celebraciones tienen una gran fuerza pues encierran
innumerables reuniones colectivas que hacen que las fechas decembrinas sean muy
especiales. Entre estas manifestaciones que suelen expresarse en Navidad y en
algunos casos extenderse hasta febrero encontramos:
Los
Aguinaldos, En época decembrina en Venezuela siempre se escucha el
aguinaldo. Se trata de un estilo musical traído por los españoles (villancico) y
que nosotros arreglamos a nuestra manera, la palabra aguinaldo significa el
regalo que se da a otro o que otro espera de uno en la temporada de Navidad o
en la fiesta de los Reyes Magos.
Jesús Alí Villalobos, por ejemplo, describe una Navidad
en la Venezuela de 1934 diciendo que «en diciembre los grupos de aguinaldos
recorrían las calles tanto de Caracas como de ciudades y pueblos del interior,
y durante sus jornadas invadían las residencias para interpretar frente a los
pesebres típicas canciones navideñas. Las familias generosamente les ofrecían
carato de acupe, dulce de lechoza (papaya) y leche de burra.
El
Pesebre, El pesebre venezolano tiene su origen en las
tradiciones españolas traídas al nuevo mundo por los colonizadores, los
indígenas y esclavos africanos en su condición “no cristiana” no aportaron
significación alguna a estas fiestas salvo la influencia aportada a la parte
gastronómica de los festejos de navidad.
Recibimos a través de la colonización española la esencia
de del culto al nacimiento de Cristo, del Niño
Jesús, esencia a la que se fueron añadiendo las reinterpretaciones que
ahora caracterizan la navidad latinoamericana. Su esencia ha permanecido
incólume ante los cambios generalizados sufridos por la cultura navideña.
El pesebre lo encontramos en todo el mundo cristiano su
origen está en Italia y pasó a América a través de España. Las primeras
figuritas, de arcilla, llegan a España hacia 1448 y provienen de Nápoles, donde
se representaba el nacimiento del niño únicamente en las iglesias. Las figuras
comenzaron a fabricarse en España en el siglo XVI, y en el XVII los escultores
más reconocidos las fabricaban en cera y en madera. La popularización del
pesebre se dió en España a finales del siglo XVIII: cuando Carlos III dejó el
trono de Nápoles para llegar a España como emperador, se trajo consigo su gran
afición por los nacimientos y como regalo al príncipe de Asturias, su hijo,
encomendó a artistas valencianos la confección de figuritas especiales. Esta
costumbre echó raíces entre los miembros de la nobleza, quienes encomendaron
obras semejantes a famosos tallistas y un proceso quizá más rico se dio en América
a partir de la colonización española al irse sumando la riqueza creativa
artesanal que fue caracterizándonos a medida que se producían las fusiones
culturales extraordinarias que nos conformaron como hispanoamericanos.
El venezolano de nuestros días no ha renunciado a la
costumbre de «poner el pesebre», incorporándole como compañeros del escenario
navideño el arbolito y otros adornos de más reciente introducción. Esto último
particularmente en el entorno urbano, en donde se depende cada vez más de la
industrialización de la Navidad.
Las
Misas de aguinaldos, estas misas son una expresión que
caracteriza la transculturización y la fusión de dos mundos que se ha dado en
estas tierras. Las misas de aguinaldo reúnen a familiares y amigos en la
iglesia, que está particularmente adornada para estas fechas y donde el clérigo
dirige la misa que es acompañada de cantos de aguinaldos que aluden el tema
cristiano que se celebra en estas fechas, se comparte en la iglesia acemas de
pan y al culminar las misas se lanzan fuegos artificiales, se toma chocolate o
café. Al despuntar el sol ya el evento culmina, dejando a los participantes
llenos de regocijo y amor por el prójimo, preparados para las diferentes
jornadas navideñas.
La
mesa navideña, Si algo caracteriza la Navidad en nuestra
tierra es la particular mesa navideña, producto de la fusión de muchas razas, y
de la transculturización y la clara influencia española sobre los indígenas
venezolanos, nuestra comida es bien particular, llena de color y sabor, en la
mesa de navidad encontramos como plato principal y característico la amada Hallaca venezolana, vestida de
hojas de plátano, su piel de harina de maíz esconde un guiso que incluye
ingredientes de la cultura española y la indígena venezolana, la hallaca es
acompañada de pan de jamón,
famoso en nuestra tierra en la época decembrina es un pan relleno de jamón,
tocineta, pasas y aceitunas, igualmente la ensalada
de gallina, el pernil de
cochino son platos característicos que se presentan con la hallaca, se
sirve jamón planchado e
incontables variaciones de ensaladas dulces, adornos especiales decoran las
mesas. También encontramos en la mesa de navidad dulces presentaciones como el dulce de lechoza típico venezolano,
el panettone que traído por inmigrantes europeos y a pesar de no ser
nuestro se ha adentrado en nuestra mesa hasta hacerse característico en nuestra
navidad, la torta negra
también va de gala en la mesa, turrones, confitería variada, nueces y avellanas
son los elementos más característicos que conforman la mesa navideña, la cual
se viste de gala para reunir a familiares y amigos y en compañía de vinos,
champañas y cócteles se convierte en un festejo que prepara a los participantes
a la entrega de regalos y presentes que se hacen solo en esa época del año,
identificándonos el tradicional intercambio de regalos. Todos estos detalles
hacen de la cena de navidad todo un festejo que se acompaña con gaitas,
villancicos y aguinaldos y que el venezolano disfruta intensamente.
Las
Parrandas, son un género musical que solo se ve en los días
decembrinos, acompañados de cuatro y maracas los aguinaldos fueron
transformados en parrandas, los parranderos van por la calle cantando sus
serenatas navideñas y expresando las vivencias que se celebran en las fechas
decembrinas, esta tendencia musical nace en los estados Aragua y Carabobo,
donde se estableció una diferencia bien marcada entre el aguinaldo y la
parranda, las parrandas prescinden del furruco y se entonan durante todo el
año, sus temas tratan sobre situaciones cotidianas aunque pueden hablar sobre
la Navidad, sobre el niño dios, etc. En Venezuela una de las agrupaciones que
exalta este género musical se llama Un Solo Pueblo, esta agrupación se dedicó
a difundir este género y en nuestra tierra es un grupo musical muy querido.
Las
Paraduras del Niño, En las zonas andinas se mantiene una
tradición llamada la Paradura, Robo y Búsqueda del Niño, se trata de unas
fiestas donde se representa en el mensaje bíblico acerca de la infancia del
Cristo -el Niño perdido y hallado en el templo-, en este festejo al Niño Jesús
lo ponen de pie y lo hacen caminar, como a cualquier niño, en el ritual de la
Parada o Paradura ritual donde se le nombran padrinos que se encargan de que se
pare y camine.
Con estas celebraciones se ratifica la idea de la
reincorporación permanente del Niño-Dios tanto al seno familiar como a la
comunidad. Durante ellas se entonan cantos de tonos, décimas y el del rosario,
además de que se efectúa una serenada o procesión de la imagen del Niño en
manos de sus padrinos y rodeado del pueblo. Con la paradura se sirve bizcochuelo
y vino, se reúne a la familia, amigos y vecinos, se quema pólvora y se
encienden velas, los niños se visten de ángeles y el niño es colocado en una
tela blanca que tomada por las cuatro esquinas se lleva en toda una procesión,
se baila, se levanta, se para y se hace caminar al niño dios, acompañados de
violines los cantos que se entonan aluden las vivencias del niño Jesús.
Las paraduras se hacen desde el 31 de diciembre hasta el
2 de febrero, cuando se quita el pesebre de los hogares de la región andina, es una
hermosa tradición que se mantiene en nuestro pueblo, las paraduras son parte de
las creencias religiosas de los andinos, en cualquier casa, en cualquier
pueblo, amigos, vecinos y familias enteras, salen a la calle a festejar sus
paraduras, son una tradición hermosa que al vivirla regocija el alma.
El
día de los Santos Inocentes, El 28 de diciembre se celebra en
varios lugares del país el Día de los Inocentes, con fiestas colectivas. Además
de los llamados juegos de inocentes o bromas a familiares, amistades y público
en general para hacerlos «caer por inocentes», es costumbre que algunos
disfrazados de mamarracho recorran carreteras y lugares poblados, haciendo
travesuras y pidiendo dinero. Son las fiestas de Locos y Locainas.
El
año nuevo y El año viejo, Entre las creencias más conocidas
están el tomar un puñado de lentejas y tenerlas en la mano cuando llegue el
nuevo año para tener prosperidad, sacar las maletas a la calle para tener un
nuevo año lleno de viajes, comerse las 12 uvas del tiempo para garantizar el
cumplimiento de doce deseos. En algunos estados se quema “el año viejo”, se
hace un muñeco que se viste de hombre y se llena de pólvora y al pasar las doce
se enciende dejando estallar fuegos artificiales.
La
llegada de Los Reyes Magos. Las fiestas de reyes alegorizan la
llegada de los Reyes a conocer el Niño Dios, se celebra el 6 de enero y en las
diferentes regiones de Venezuela se celebra de diferentes maneras. Se evoca la
adoración de los reyes al Niño en el pesebre de Belén, en muchas regiones se
hace una representación teatral donde se evoca el pesebre de Belén, donde los
personajes emulan a la virgen María, San José y el niño Jesús, acompañados con
una legión de noveles ángeles son visitados por los reyes, cargados de
presentes. Es costumbre que el cinco de enero los niños antes de dormir
coloquen los zapatos en las puertas de sus habitaciones para que los Reyes
depositen sus presentes allí, se cree que los Reyes Magos son ricos y dadivosos
por lo tanto depositan dinero entre sus presentes.
San
Benito, en la zona occidental venezolana se rinde culto al
santo negro: San Benito, desde Zulia hasta Trujillo y pasando por Mérida se
celebra de diciembre a enero las fiestas de San Benito, en donde Giros, Chimbanqueles
y Negros salen a ofrendar al Santo con nubes de pólvora, bailes y misas. Por
celebrarse en el mes de diciembre San Benito es incluido en gaitas y festejos
que se asocian con la Navidad.
En Mérida, específicamente en Mucuchíes se celebra una de
las fiestas de San Benito más coloridas y hermosas, una tradición que se ha
conservado intacta a través de los años. Los habitantes de la zona cuentan que
en la época de la colonización los pobladores de los páramos se encontraban en
guerra pues no querían ser dominados por los españoles, entre luchas los hombres
se enfrentaban pero un día siendo poco el ejército de hombres y estando
cansados no se dejaron abatir al invocar a San Benito, que bajó en una nube
estruendosa de pólvora a infundirle valor a los hombres y espantar a los
adversarios.
Desde entonces se le rinde culto y de los poblados más
lejanos del páramo merideño, bajan desde la madrugada del 29 de diciembre
hombres, viejos y niños.
Símbolos de la Tradición Navideña
Venezolana [2]
Si le preguntáramos a algún joven de hoy, de esos que
viven en las grandes ciudades venezolanas y transitan por los laberínticos
centros comerciales como si estuvieran en su casa: ¿cuáles son los símbolos de
la Navidad?, sin dudar un momento nos diría: El arbolito, San Nicolás y el
Nacimiento. Tres referencias que nuestros bisabuelos no tuvieron cuando
niños. Nuestra tradición navideña ha estado conformada por ritos y personajes
salidos de la tradición cristiana, en tanto que el niño de hoy ensambla, sintetiza
o integra aquellos símbolos con otros mitos y personajes procedentes de
tradiciones no cristianas (el árbol y Santa Claus).
Muy anteriores a la fundación de la nacionalidad, los
rituales navideños celebrados en Venezuela se afilian a muy antiguas tradiciones
de diversos puntos del globo. Sometidas a los cambios inherentes a la
modernidad, estas prácticas persisten entre nosotros y aun se siguen
enriqueciendo con las distintas regiones del país.
Un dato curioso es que el primer objeto de veneración fue
el roble, un corpulento árbol de follaje caduco, del cual los primitivos
colgaban telas de colores y piedras pintadas a modo de amuletos propiciatorios
del regreso del espíritu de la naturaleza. En esa ancestral costumbre
está el significado de la actual tradición de adornar el árbol navideño. Al
simbolismo sacro y pagano del viejo roble, la Iglesia católica le opuso -siglos
más tarde- el significado místico del pino. Así de simple fue la
conversión del árbol pagano al cristianismo.
Se cree que San Nicolás fue un obispo turco que se
hizo famoso por su disposición a favor de los niños y a cuya muerte crecería su
aura legendaria, convirtiéndose en protector de los vikingos y hacia el siglo X
en Santo Nacional de Rusia. Hasta el siglo XIII se conmemoró a San Nicolás
durante la primavera, pero a mediados de ese siglo se trasladó al día 6 de
Diciembre y se asoció con los obsequios a los niños.
La tradición aún viva en nuestro país de representar el
nacimiento del Niño Dios tiene sus raíces en las elaboraciones figurativas del
nacimiento de Jesús que realizaron desde el inicio de la cristiandad, sobre la
base de relatos de los evangelios de Mateo y Lucas, viejas iconografías que San
Francisco de Asís convertiría en pesebres, razón por la cual se le atribuye a
este religioso la invención de los belenes o portales.
En la noche del 24, después de las ocho, cuando las manos
de Doña Regina, colocaban, en el pesebre de mi casa, a San José y la Virgen, la
Mula y el Buey, pero la cuna de paja quedaba vacía esperando la hora que se
repite de año en año a través de los siglos, en que nacía el Niño Jesús. Noche
de vela y alegría, noche de villancicos, de luces de bengala, de buñuelos
cubiertos con la purísima miel de Nochebuena.
Otra celebración de carácter familiar, también
descendiente de los antiguos autos sacramentales medievales es la Paradura
del Niño, que los trujillanos llaman Serenada del Niño. Aquí
predominan las acciones teatrales y los temas se relacionan con escenas
conocidas de los primeros años de la vida de Jesucristo. Con la Paradura los
creyentes buscan atraer buenos augurios, pagar promesas y sembrar esperanzas en
los hogares.
Una acción simbólica que tiene sus raíces en primitivas
creencias es la de quemar o matar los ciclos festivos con la sola intención de
propiciar su renovación. Por eso en muchos lugares de Venezuela se acostumbra quemar
el Año Viejo como una manera de cerrar un ciclo, eliminando todos sus
males, para dar paso a las bondades de un nuevo período.
Tradición Navideña Colombiana [3]
Los
últimos días de noviembre, la alegría invade a los colombianos, las calles se
llenan de luces y todos se preparan para celebrar la Navidad, una gran fiesta
que reúne a la familias y a los amigos alrededor del pesebre, en donde se
conmemora el nacimiento del Niño Jesús.
En
Colombia, el inicio de la celebración de Navidad se hace oficial con la Noche
de las Velitas, que se lleva a cabo el 7 de Diciembre,
víspera de la fiesta religiosa de la Inmaculada Concepción de María. En esta
fecha, las familias se reúnen para encender una gran cantidad de velas o
faroles en frente de las casas y, de esta forma, trazar el camino para que la
Virgen María bendiga sus hogares.
Además,
las calles se llenan de luces y los alumbrados más famosos de ciudades como Bogotá,
Medellín y Cali crean una fiesta de colores en la noche, con espectáculos
pirotécnicos que atraen visitantes de todas las regiones del país y del mundo.
La
Navidad en Colombia es una gran fiesta, es tiempo de recogimiento y unión
familiar; es una época especial para expresar cariño, compartir con los amigos
y, por supuesto, rezar la Novena de Aguinaldos (desde el 16 de diciembre).
Durante
nueve días, congregados alrededor del pesebre y el árbol de Navidad, los
colombianos rezan, cantan villancicos, disfrutan la alegría de las fiestas
decembrinas y comparten con los más pequeños el mensaje del nacimiento del Niño
Dios. En estos encuentros se ofrecen bocadillos, postres y preparaciones
culinarias como natilla y buñuelos y, en ocasiones, se festeja hasta el
amanecer al ritmo de salsa, merengue, cumbia, vallenato y otros ritmos propios
de las fiestas colombianas.
El
24 de Diciembre la noche es mágica. Después de rezar el último día de la
Novena, las familias comparten la tradicional cena de Navidad. El menú varía
dependiendo de las costumbres de cada región, pero algunos de los platos que
usualmente se consumen en esta época son tamales, ajiaco, sancochos,
lechona, pernil de cerdo ahumado y pavo relleno. Las galletas, el pan con
frutas, los dulces y los postres caseros también forman parte de la gastronomía
navideña.
Después
de la media noche se acostumbra realizar la entrega de regalos, que simboliza
el afecto por los seres queridos y la importancia de permanecer unidos en esta
época de amor y paz. Se trata de reforzar los lazos y expresar cariño,
agradecimiento, buenos deseos y solidaridad.
Para
los niños, la Navidad es aún más especial. Algunos esperan la llegada de la
media noche para abrir los regalos que les trae el Niño Dios, como recompensa
por su buen comportamiento, mientras que otros se despiertan ansiosos en la
mañana del 25 de Diciembre para recoger los obsequios en el pesebre y compartir
con sus padres y hermanos.
La
noche del 31 de Diciembre finaliza el ciclo de celebraciones con la llegada del
nuevo año. Este día, las familias colombianas se reúnen para agradecer por
todas las oportunidades que recibieron durante el año que culmina y festejar el
comienzo de una nueva etapa.
La
Noche de las Velitas en Colombia y Venezuela
Origen de la Tradición en Colombia [4]:
El día de las velitas, es una de las
tradiciones más queridas en Colombia. Es una celebración
religiosa que se celebra todos los 7 de diciembre, en la cual se tiene como
tradición poner faroles afuera de las casas, dando inicio a la época navideña,
haciendo homenaje a la Inmaculada Concepción.
El origen de esta tradición se remonta al año 37
después de Cristo (DC), cuando el emperador Nerón realizaba una fiesta pagana
relacionada a la adoración al Sol, en la que se realizaban sacrificios de
personas que eran previamente bañadas en breva y luego convertidas en
antorchas.
Esta costumbre tuvo un cambio significativo en el
año 1854, cuando la Iglesia transformó esta fiesta pagana en algo religioso,
proclamando el dogma de la Inmaculada Concepción. Al cristianizarse las
fiestas, se tomó la costumbre de poner velas afuera de las casas y rezar el
rosario para adorar a la Virgen María.
En Colombia, las familias colombianas tienen por
costumbre encender velas en los andenes de las calles, generando resplandores
para hacer más agradable los paseos nocturnos y en algunos pueblos se cierran
las calles a los vehículos para hacer obras de arte hechas con velas, faroles,
árboles y pesebres.
En las próximas imágenes se muestran las noches de
velitas entre 2012 y 2014 observadas en pueblos y campamentos de los Llanos
Orientales de Colombia. En Foto 1 se muestran las velitas encendidas colocadas
en el piso dentro de unos velones protegidos, frente al Centro de Salud del
municipio Puerto Gaitán, Meta (07-12-2012) y en Foto 2 se muestran las velitas
encendidas colocadas directamente sobre perfiles metálicos, en Campamento Subestación
Quifa, Puerto Gaitán, Meta (07-12-2014), luego de las oraciones del grupo de
trabajadores asistentes y del personal de servicio del Contratista.
Foto
1
Foto
2
Origen de
la Tradición en Venezuela [5]:
“La
noche de las velas comenzó el 7 de diciembre de 1974, con 5 mil cirios que
alumbraron la plaza y sus alrededores. Se retomó dos años
después, con 12 mil velas; este año se encendieron 21 mil”, relató José Rangel,
de 71 años de edad, conocido como El Bachiller.
Relata
cómo empezó lo que hoy es costumbre en el páramo. “Yo estudiaba Medicina y,
como cerraron la universidad, mi papá me mandó a Manizales, en Colombia,
donde vi la velación en honor a la Inmaculada Concepción”, narró.
Al
regresar a su tierra, sin poder culminar sus estudios, El Bachiller propuso al
Concejo Municipal del distrito Rangel (Mucuchíes) emular esta costumbre.
Durante más de diez años la organizó en honor a la Patrona de ese pueblo paramero.
“Cada año aumentan mil velas, hasta que llegamos a 19 mil velas el año pasado”,
dijo.
Las
aceras, calles y puentes llevan marcas separadas por 25 o 30 centímetros. A
cada vecina o vecino se le entregan una o dos cajas de velas para que las
pongan con pega, silicón,
la misma esperma o una mezcla de harina de trigo con agua.
“Esta
tradición resalta el nombre de Mucurubá”, relató José Quintero, vecino del
sector Leticia, mientras colocaba 110 cirios en su casa y en la plaza de la
Vela, ubicada en la entrada del pueblo. “Desde que me acuerdo pongo velas. Soy
devoto de la Virgen por tenernos vivos y darnos salud”.
María
Agelvis compartió con sus dos hijas -Patricia y Giorgina González, de 3 y 2
años de edad- la colación de 165 velas. A las 6:00 pm inició el ritual de pegar
los cirios. Frente su casa, sus vecinas y vecinos introdujeron los cerillos en
las ranuras de los muros para, una vez a oscuras, hacer lámparas dentro de las
paredes de rocas.
A lo
largo de la procesión se apostaron 120 funcionarios policiales, efectivos
bomberiles y de Protección Civil, personal de Transito y de la Guardia Nacional
Bolivariana para cumplir varias tareas: parar el flujo de
vehículos por la Trasandina durante dos horas, resguardar el orden público y
vigilar la manipulación de fuegos artificiales. Además, se prohibió el consumo
de licor durante el acto religioso.
El
párroco de Mucurubá, Ramón Paredes, refiere que desde las 5:00 am comienza la festividad con el rosario
de la aurora, el cual estuvo dedicado este año a pedir por las
familias damnificadas por las lluvias. “Se sale por todas las calles con las
personas que encienden sus farolitos, y se reza en los altares, ubicados al
frente de las casas”, describió.
El
pueblo, al igual que las Hijas de María, se vistió como la Virgen: de azul y
blanco. En
el estado andino la Inmaculada Concepción es patrona de la Arquidiócesis de
Mérida y del pueblo La Azulita, municipio Andrés Bello.
Desde hace 36 años se corta el fluido
eléctrico por dos horas y el pueblo queda iluminado por el fuego. En el rosario
de la aurora se pidió por las familias damnificadas
El
pasado 7 de diciembre (2010), al
culminar la misa, se apagó el pueblo. Eran las 8:07 pm. La gente, con fósforos
y yesqueros, comenzó el ritual de encender las 21 mil velitas que alumbraron,
por calles, plazas y pendientes llenas de neblina, la procesión de la Virgen
Inmaculada Concepción, patrona de Mucurubá.
Esto
fue en el municipio Rangel del páramo merideño.
Con el corte programado del fluido
eléctrico, que se prolongó hasta las 10:20 pm, comenzó la procesión de la
Virgen, la cual congregó más de 600 personas. Estuvo iluminada por la débil luz
de los cirios y acompañada por un mariachi y una orquesta de músicos. Véase en
Foto 3 un ejemplo de las velitas en Mucurubá (año reciente).
Foto 3 (Crédito Estudio Sebastián Nava)
Tradición
Navideña Ecuatoriana
Las
costumbres de los pueblos andinos son similares en la forma. En anterior
Artículo “Tradición Gastronómica
Nacional Gran Colombiana” (SENDEROS
03-2013) se trató el caso de las bebidas
emblemáticas, como el Agua de Panela/Panelazo/Aguamiel, el Ron
Añejo/Aguardiente y la Chicha de Maíz/Masato/Carato de Maíz y en los platos
principales, las naciones que formaron parte de la Gran Colombia comparten el
uso del Maíz en las arepas,
las hallacas/tamales, las empanadas, el cuchuco, el uso de la Papa en cantidad de platos con
carnes y aves, y en sopas, el coco y la yuca (mandioca) en las zonas costeras y el uso de otras hortalizas y legumbres en
abundantes ensaladas.
Los platos navideños compartidos en Ecuador son el pavo,
el lechón o cochino, los tamales, el pannetonne, los embutidos, con las
variantes habituales entre los pueblos andinos y los del Pacífico.
En
los aspectos folklóricos y religiosos las navidades en Ecuador se diferencian
poco de las colombianas por la similitud de las regiones aunque tiene mayor
influencia autóctona aborigen en las regiones andina y amazónica y de
afrodescendientes en la región Pacífico. Hay menor influencia extranjera que en
Panamá y Venezuela en cuanto a la Navidad Nórdica que han querido imponer los
medios de comunicación y la publicidad.
Tradición
Navideña Panameña
En
el caso de Panamá, país originario de la Nueva Granada en la época colonial y
de Colombia en la etapa de independencia, hasta su separación en 1903 y anexión
a los Estados Unidos para construir el Canal de Panamá, claramente hay dos
culturas mezcladas, la católica latina que sigue la tradición del pesebre, los
villancicos y manifestaciones gastronómicas gran colombianas del pavo y tamales
y el que sigue la cultura nórdica del Santa Claus, el arbolito de pino canadiense
de Navidad y con desfiles de carrozas y grupos musicales al estilo de Miami.
También
se destacan las campañas hechas por organizaciones no gubernamentales (ONG)
para hacer llegar a las comunidades pobres ayudas en vestidos y juguetes para
los menores de edad. En general la tradición panameña es más cercana del Caribe
que las de países vecinos como Colombia y Costa Rica.
Referencias:
[2] Manuel
Antonio Ortíz, Símbolos de la
Tradición Navideña Venezolana. En Diciembre se adorna el mapa. Revista
Bigott. N° 47, Oct-Nov-Dic 1998, pp 18-35, Caracas, Venezuela.
[3] www.javeriana.edu.co/javerianaestereo/portal Miguel Córdoba Cajigas. Cómo se celebra la navidad en Colombia y otros
países?
[5] El 8 de
diciembre se celebró la noche de los cirios. Miles de velitas alumbraron la procesión de la Inmaculada Concepción en
Mucurubá, estado Mérida.
Diario Correo
del Orinoco. 13 diciembre 2010. Caracas, Venezuela.